Según los datos de IFR, la demanda de papel griego superó los 6.500 millones de euros, un interés que permitió reducir la rentabilidad ofrecida hasta el 4,625%, cuando inicialmente se había establecido una orientación del 4,75% y en un primer momento se sondeó un interés alrededor del 4,875%.
Goldman Sachs, Citi, Deutsche Bank, HSBC, BNP Paribas, y Bank of America Merrill Lynch han sido los bancos encargados de gestionar el regreso de Grecia a los mercados mediante esta emisión con vencimiento en 2022.
Grecia permanece al margen de los mercados internacionales de capitales desde que en abril de 2014 lograse colocar con éxito 3.000 millones de euros en bonos a cinco años con un cupón anual del 4,75%.
Paralelamente, Atenas ha ofrecido a los tenedores de bonos griegos con vencimiento a 2019 y un cupón anual del 4,75% la opción de cambiarlos por dinero en efectivo en una proporción del 102,6% del nominal de dichos valores, además de recibir el pago de intereses acumulados.
La decisión de retornar al mercado se produce después de que el pasado viernes la agencia Standard & Poor's elevara a positiva desde estable la perspectiva del rating 'B-' de Grecia. Por su parte, la agencia Moody's asigna a la deuda griega una nota 'Caa2' con perspectiva positiva y Fitch califica los bonos del país heleno con 'CCC'.
El Consejo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la semana pasada un principio de acuerdo para prestar 1.300 millones de derechos especiales de giro (1.600 millones de euros) a Grecia, aunque el desembolso no se hará efectivo hasta que la institución reciba garantías del resto de países de la eurozona sobre las medidas adoptadas para garantizar la sostenibilidad de la deuda griega.