"La política monetaria expansiva tiene ventajas y efectos secundarios. Con el paso del tiempo, los efectos positivos se debilitan y los riesgos se incrementan", dijo al periódico Mannheimer Morgen.
"Así que es importante prepararnos para una salida a tiempo. Lo que es crucial en este contexto es una tendencia estable en las tasas de inflación hacia nuestro objetivo de poco menos del dos por ciento", añadió.
La funcionaria reconoció que el cambio en la política expansiva del BCE sería largo y señaló que por eso el consejo de gobierno debería empezar a abordar la cuestión de cuándo quiere empezar a retirar su programa de compra de bonos.