De los cuatro grandes fabricantes de automóviles en Estados Unidos, sólo el grupo Toyota fue capaz de terminar el mes de julio al alza.
El resto, General Motors (GM), Ford y Fiat Chrysler (FCA), cerraron el mes veraniego con significativas pérdidas.
GM perdió un 15,4 %, Ford un 7,5 % y FCA un 10 %. Mientras, Toyota aumentó sus entregas un 3,6 %.
En julio, GM vendió 226.107 vehículos, Ford 202.212 y FCA 161.477.
Aunque los analistas habían previsto la caída de las ventas, las cifras finales fueron superiores a lo esperado.
Las plataformas de ventas J.D. Power y Edmunds.com habían señalado en los últimos días que el sector podría perder entre un 5 y un 6 % de sus ventas.
Los fabricantes explicaron que la principal razón de las pérdidas en julio fue la reducción de las ventas a flotas, en particular las compañías de alquiler de vehículos.
Desde hace meses, los fabricantes están reduciendo sus ventas a flotas porque aunque aumentan sus cifras finales de entregas también son menos rentables que las ventas de automóviles a particulares.
Ford dijo que sus ventas a flotas se redujeron un 26 %. En el caso de FCA, el descenso fue del 35 %.
Pero GM también reconoció que sus ventas a particulares cayeron en julio un 14,4 %.
Kurt McNeil, vicepresidente de Ventas de GM en Estados Unidos, explicó en un comunicado que han "decidido reducir de forma estratégica la producción de vehículos en vez de aumentar los incentivos o malvender los vehículos a empresas de alquiler, como algunos" de sus competidores.
McNeil se refería a la anunciada extensión del parón veraniego en al menos cuatro plantas de montaje en Norteamérica para reducir el inventario de vehículos almacenados en los concesionarios de la región.
La ampliación del tradicional parón veraniego afecta a las plantas que producen los Chevrolet Cruze, Malibu, Impala y Bolt, cuatro de las berlinas del fabricante.
"Estamos trabajando para proteger el valor residual de nuestros nuevos productos y aumentar las ventas a particulares y comerciales de calidad", añadió McNeil.
En general, los fabricantes están empezando a ajustarse a la nueva realidad tras haber alcanzado las ventas de automóviles su nivel máximo tras años de aumentos y cifras récord, como en 2016, cuando se vendieron más de 17 millones de vehículos nuevos en el país.
Por detrás de estos fabricantes, las pérdidas también fueron generalizadas.
El grupo Honda perdió un 1,2 % de sus ventas, con la entrega de 150.980 vehículos, mientras que la caída del grupo Nissan ascendió al 3,2 %, que cerró el mes con 128.295 ventas.
Los dos fabricantes surcoreanos, Hyundai y Kia, también sufrieron con fuerza la retracción del consumidor.
Hyundai perdió un 27,9 % de sus entregas, con 52.419 vehículos, mientras que Kia moderó su descenso al 5,9 %, con 56.403 vehículos.
Los fabricantes alemanes también padecieron la caída del mes.
Volkswagen (VW) perdió un 5,8 % de su clientela con la venta de 27.091 vehículos. Pero al menos, Audi, que pertenece al grupo VW, terminó julio con un avance del 2,5 % y la entrega de 18.824 unidades.
Los otros fabricantes germanos de lujo no tuvieron la misma suerte.
Las ventas de BMW cayeron un 14,8 % para reducirse a 21.965 vehículos. Y Mercedes-Benz perdió un 9,8 % para cerrar julio con 28.667 vehículos vendidos.
Lo más positivo de julio fue que el precio unitario por transacción siguió aumentando para situarse en torno a los 31.000 dólares por vehículo vendido, casi un 1 % más que hace un año. EFECOM
jcr/hma/jsg