El periodo veraniego ha sido dedicado por los bancos españoles para los exámenes que exigen a sus empleados una mayor cualificación tanto para informar como para asesorar en sus sucursales. Obligación que viene de Europa a través de la Mifid II y en la que subyace una mejor relación entre banco, sociedad o agencia de valores y cliente después de los numerosos escándalos financieros como preferentes o salidas a Bolsa o los supuestos abusos como las cláusulas suelo.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicó el pasado 29 de junio una Guía Técnica para la evaluación de los conocimientos y competencias del personal que informa y asesora en las entidades financieras que según el organismo supervisor puso a consulta para que participasen los implicados en el asunto.

Andrea Carreras-Candi, directora de EFPA España (European Financial Planing Association), -una de las firmas más prestigiosas en la cualificación de los empleados de empresas de servicios financieros- explica que ya cuentan con más de 20.000 asociados en toda España y su misión se ciñe a evaluar a los examinados, ya que la formación corre a cargo de otras empresas, para mantener la independencia.

Para adecuarse a la exigencias de la Mifid II y a la guía técnica de la CNMV, en EFPA han creado dos tipologías específicas que responden a las nuevas exigencias y que marca el organismo supervisor español: ¿La formación será de 80 para el personal que ofrezca información y de 150 para el que asesore, así como la formación continua. No obstante, con base al principio de proporcionalidad, teniendo en cuenta la complejidad del servicio a prestar y de los instrumentos sobre los que se informa o asesora, se podrá establecer un número de horas inferior bajo la responsabilidad de la entidad financiera¿, concluye.

La directora de EFPA España considera que es imprescindible exigir un grado de conocimiento al que informe o asesore en una entidad financiera. ¿Todo el mundo puede hasta ahora comercializar productos financieros e informar de ellos. Creo que gran parte de la crisis financiera de los últimos años se ha debido a esto¿, dice con rotundidad.

¿Y CUANDO SUSPENDEN?

Las empresas dedicadas a la evaluación apuntan a que el número de aprobados oscila entre el 60 y el 70% de los presentados. Los exámenes se corrigen con solo el DNI para que sean anónimos y suele calificarlos un comité independiente que, como apuntaba Andrea Carreras-Candi, está desligado de las empresas de formación.

Y qué pasa con los empleados de empresas de servicios de inversión o bancos que no logren superar las pruebas de informador o asesor. Pues bien, se establece que en estas laborares deberán realizarlas acompañados de un compañero que sí haya superado la prueba. Además, cuentan con cuatro años de plazo para prepararse de nuevo el examen.

Desde el próximo 1 de enero de 2018, Paco el de la oficina bancaria será ya un informador o un asesor financiero cualificado. ¿Mejorará de verdad con ello la relación entre bancos y entidades financieras con sus clientes? ¿Se logrará un trato justo?. Habrá que esperar.