En el primer semestre del año el crecimiento de personas que invierten en fondos de inversión ha sido espectacular. Así, el pasado 2016 se cerró con 8,28 millones de partícipes y a finales del pasado mes de junio la cifra se elevaba a 9,59 millones, lo que supone un crecimiento del 16% en este periodo.
La falta de rentabilidad en los depósitos bancarios y, sobre todo, la mejora de la economía explican esta avalancha de nuevos inversores hacia los fondos. Eso sí, el único pero en estos máximos que se alcanzan en inversores es que el dinero invertido en los fondos no evoluciona en igual proporción. En el primer semestre de este año se han alcanzado los 251.420 millones de euros, un 6,79% más (incluyendo también apreciaciones y depreciaciones patrimoniales), lo que contrasta con el aumento del 16% en partícipes.
Esta cifra de ahorro, con ser importante, aún está un poquito lejos de los 254.322 millones de euros que se alcanzaron de máximo ahorrado en fondos de inversión que se conoció en diciembre de 2016, meses antes de sufrir la crisis subprime y el derrumbamiento de los mercados de los que ahora celebramos su décimo aniversario.
Así, la evolución de los fondos de inversión ha ido estrechamente unida a la marcha de la economía y su reflejo también en los mercados financieros. En diciembre de 2006 también se tocó máximo en partícipes de fondos con 8,81 millones de inversores, cifra que estuvo cayendo sin parar has diciembre de 2013 cuando se cambió la tendencia. Resulta muy significativo que en diciembre de 2012, en plena crisis de la supervivencia del euro y con una falta de confianza en las instituciones financieras, el número de partícipes cayera hasta los 4,47 millones de inversores, justo la mitad de los que había en 2006: una espantada en toda regla.
Con los 9,59 millones de junio de este año estamos, pues, en máximo de inversores en fondos, siendo la categoría de fondos internacionales la más demandada con 3,23 millones de ahorradores, seguida por los de renta fija a corto plazo que suma 1,15 millones.
RAZONES PARA LA ECLOSIÓN DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN
Los bajos tipos de interés de los depósitos bancarios son el principal argumento que esgrimen los expertos para explicar la subida de partícipes. Después de años con tipos cero en el Banco Central Europeo (BCE) y con rentabilidades negativas en el Euribor, los inversores han ido perdiendo la paciencia y poniendo sus ahorros en fondos, aún a costa de asumir más riesgo, siempre dependiendo de la categoría que elijan.
Pero a esta razón, se suman otras como la aparición de nuevas gestoras de fondos más pequeñas con gestores conocidos y de éxito que también están empujando a muchos inversores a acudir al reclamo de su pericia en la gestión.
También se ha producido una campaña de promoción de los llamados fondos indexados donde el ahorrador obtiene la misma rentabilidad del mercado o mercados por los que apuesta en una gestión pasiva que solo se limita a replicar la evolución de los subyacentes que se eligen.
Detrás de estas dos propuestas se encuentra una gestión de los fondos poco acertada, por lo general en los grandes fondos manejados por instituciones financieras más preocupadas del cobro seguro de sus comisiones que del éxito de sus partícipes. Algo que también ha cambiado a lo largo de este año donde, por ejemplo, los fondos de bolsa española han tenido un comportamiento claramente por encima que el propio Ibex.