El líder socialdemócrata Martin Schulz, principal rival de Merkel en las elecciones generales del 24 de septiembre, pidió el viernes una cuota de este tipo - tanto en Alemania como en toda la Unión Europea-, diciendo que animaría a la industria a innovar.
"No creo que la cuota para coches eléctricos -para esta tecnología- se haya pensado bien", dijo Merkel a los seguidores de su partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU) y del ala empresarial del partido en la ciudad occidental de Dortmund.
"Negociaríamos durante siglos en Europa ¿Qué haríamos si no se respeta?", añadió sobre la cuota. "¿Podrían dejar de comprarse coches con motores de gasolina?".
En cambio, Merkel pidió una estrategia más amplia para ayudar a la industria del automóvil a hacer la transición a la producción de coches eléctricos.
"Necesitamos innovar rápidamente", dijo. "Donde las empresas no puedan gestionarlo solo, el Gobierno debe estar detrás de ellas y ayudar a que se muevan las cosas".
La industria automovilística es la mayor exportadora de Alemania y proporciona cerca de 800.000 empleos. Pero los políticos temen que los fabricantes de automóviles de Alemania no estén invirtiendo lo suficiente en nuevas tecnologías e infraestructuras, preocupaciones que han aumentado desde que estalló el escándalo de emisiones de Volkswagen en 2015.
Merkel, cuya CDU lidera las encuestas de opinión, está haciendo campaña por un cuarto mandato basándose en la estabilidad económica. Ha advertido repetidamente en contra de "demonizar" los motores diesel.
Su partido ha prometido recortes de impuestos de unos 15.000 millones de euros al año, así como un aumento del gasto en infraestructuras, defensa y seguridad.