El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) expresó durante su reunión celebrada entre el pasado 19 y el 20 de julio su "preocupación" por el impacto de una excesiva apreciación del euro en el futuro, así como acerca del incremento de riesgos a la baja para la economía por la incertidumbre de las medidas adoptadas en EEUU, según reflejan las actas de dicho encuentro publicadas este jueves por la institución presidida por Mario Draghi.
En referencia al mercado de divisas, aunque se subrayó que la apreciación del euro registrada hasta la fecha podría reflejar en parte los cambios en los fundamentales de la zona euro respecto al resto del mundo, los consejeros del BCE "expresaron preocupaciones" sobre los riesgos de que la apreciación del tipo de cambio resultara "excesiva en el futuro".
De este modo, los banqueros se mostraron preocupados sobre la posibilidad de un "excesivo reajuste de precios en los mercados financieros, notablemente en los mercados de divisas, en el futuro", añade la entidad.
La reacción del euro a las dudas del banco central recogidas en las actas de la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE ha sido inmediata y si antes de su publicación la moneda europea se cambiaba por 1,1768 dólares, tras conocerse la preocupación de la institución por la evolución del tipo de cambio caía hasta los 1,1661 dólares.
Por otro lado, el máximo órgano de gobierno del BCE destacó que los riesgos para la actividad económica parecen en gran medida equilibrados, apuntando que los riesgos a la baja responden a incertidumbres y vulnerabilidades externas.
"Se expresaron algunas preocupaciones acerca del incremento de estos riesgos a la baja, en particular relacionadas con la incertidumbre de las políticas en EEUU y los crecientes riesgos de balance en algunas economías emergentes", señalan las actas de la reunión.
En cuanto a la evolución de la inflación, los consejeros del BCE estuvieron de acuerdo en la necesidad de seguir ofreciendo un grado de relajación monetaria muy sustancial para impulsar la inflación subyacente de manera gradual.
"Aún hace falta paciencia para que las fuerzas reflacionarias se traduzcan en dinámicas más fuertes de inflación", apuntaron los banqueros en sus discusiones.
En este sentido, las actas de la reunión recogen el interés de los consejeros del BCE en examinar el carácter permanente o transitorio de algunos elementos que afectan a la evolución de los precios, incluyendo el impacto de las reformas introducidas en mercados laborales en los últimos años, "que podrían implicar una ruptura de la curva de Philips".
Asimismo, el Consejo de Gobierno del BCE consideró necesario prestar atención al impacto a la baja sobre los salarios del elevado número disponible de trabajadores de baja cualificación, así como al retraso que podrían registrar en los salarios a la hora de reflejar la mejoría de las condiciones económicas, además del efecto bajista de la digitalización en los precios de los mercados de bienes y servicios y el impacto del lento desendeudamiento de la eurozona en el ajuste de los precios.