Por Balazs Koranyi y Francesco Canepa
El plan expira a finales de 2017, pero las conversaciones formales sobre su futuro están sólo comenzando, lo que significa que es altamente improbable que el BCE tome una decisión en su reunión de política monetaria del próximo jueves, dijeron las fuentes.
La presión sobre algunos gobernadores del banco aumenta para que la reducción del ritmo de compra de activos sea suave en vez de rápida, particularmente entre las economías más débiles del bloque, a las que les preocupa que la fortaleza del euro pueda contener la inflación y obstaculizar el crecimiento al hacer más caras las exportaciones, dijeron las fuentes.
El BCE dijo que anunciará en el otoño boreal si extiende o no las compras de activos, una herramienta conocida como alivio cuantitativo, que creó hace dos años y medio para reducir el costo del crédito, reactivar el crecimiento e impulsar la inflación.
El jefe del BCE, Mario Draghi, dijo que el programa continuará hasta que el banco central vea que la inflación es consistente con su meta de mediano plazo de algo menos de un 2 por ciento.
Mientras el BCE se prepara para su mayor decisión de política monetaria en años, las preocupaciones por el euro muestran lo lejos que está de lograr su objetivo de integrar a las economías divergentes de la zona euro.
Alemania y el norte de Europa están listos para reducir los estímulos monetarios en la medida en que repunta el crecimiento, mientras que los países del sur de Europa cargan con el peso de exportaciones no competitivas además de un alto nivel de desempleo.
El BCE, que no quiso hacer comentarios para este artículo, ha dicho a menudo que las tasas cambiarias las establece el mercado y que no tiene como objetivo un nivel particular.
(1 dólar = 0,8412 euros)