En los prolegómenos de la próxima reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), David Kohl, jefe de estrategia en divisas de la entidad, señala que, a diferencia de lo ocurrido en Alemania y Francia, el sentimiento ¿anti-establishment y anti-euro es fuerte en Italia¿. Con la amenaza de unas posibles elecciones adelantadas, como se viene especulando desde la derrota de Matteo Renzi el pasado diciembre, ¿en los próximos meses¿ podría volver la inestabilidad a la moneda común.
La tensión al alza en Italia es uno de los argumentos que Kohl apunta para justificar su previsión de ¿un euro más débil hasta el final del año¿ que se cotice en el entorno de los 1,12 - 1,14 dólares al cierre del ejercicio. Esta horquilla se le antoja más acorde con el diferencial de tipos de interés existente actualmente entre EEUU y la Eurozona. No obstante, la Fed ya ha comenzado a abrir la puerta a un nuevo retraso en la próxima subida del precio oficial del dólar.
A pesar de estos vientos en contra, Julius Baer tiene ¿poca esperanza¿ en que la reunión del BCE prevista para este jueves tenga algún efecto frenada sobre la apreciación del euro. Desde la entidad suiza de inversión consideran muy poco probable que el presidente del banco emisor, Mario Draghi, vaya a ¿criticar como excesivo¿ el nivel actual del euro. ¿En ausencia de tales observaciones -señala Kohl-, el euro debería debilitarse sólo gradualmente en los próximos meses¿.
El grueso de los analistas coincide en el diagnóstico y, del mismo modo que vaticinaron para el encuentro de banqueros de Jackson Hole, prevén escasas novedades que cotizar en los mercados para la rueda de prensa de este jueves en Fráncfort. ¿Esperamos que el BCE se abstenga de hacer cualquier anuncio preciso¿ por lo que se refiere al camino a seguir en el programa de compra de activos para el próximo año 2018 en el que, si no hay adelanto, Italia se enfrentará a unas nuevas elecciones generales.