"Lo que es preocupante es que durante cinco años consecutivos la inflación no alcance nuestro objetivo del 2%, a pesar de una fuerte mejora en la utilización de recursos", ha señalado Brainard, quien ha explicado que como contraste a esto, la economía estadounidense se mantiene en una de las posiciones "más sólidas" de los últimos años.
Asimismo, se pregunta cómo es posible que la inflación no alcance el objetivo del 2% cuando justo antes de la crisis financiera mundial con una tasa de desempleo promedio del 5% y con un grado similar en el uso de los recursos, se situaba en el 2,2%. En este sentido, apunta a unos mayores precios de las importaciones como lo que podría estar dando lugar a esta situación.
La Fed tenía previsto realizar una subida de tipos antes de que finalice 2017 y tres en 2018, atribuyendo la baja inflación a una situación "transitoria". No obstante, Brainard, cuyo discurso para el mercado se asemeja más al de la presidenta Janet Yellen, ha señalado que el organismo evaluará las tendencias de la inflación durante los próximos meses a medida que se vayan recopilando más datos.
Por otro lado, señaló que podría darse un repunte temporal de la inflación debido al aumento de los precios de la gasolina tras el paso del huracán Harvey por el Estado de Texas, si bien, ha subrayado que esto tendrá "pocas implicaciones" sobre la tendencia subyacente de la variable.
En cuanto a la reducción del balance, que se espera que sea formalmente anunciado en la próxima reunión del 20 de septiembre, Brainard ha confirmado esta estrategia diciendo que ha sido "claramente comunicada y bien anticipada".