Según informó la Autoridad de Gestión de la Deuda Pública (PDMA), la demanda fue de 1.410 millones de euros, lo que superó en 1,41 veces los 1.000 millones de la oferta inicial.
Desde marzo de 2015 hasta julio de este año la demanda había superado siempre en 1,3 veces la cantidad inicialmente ofrecida, a causa de la falta de interés de los inversores extranjeros.
En las últimas subastas el tipo de interés ha ido bajando progresivamente a la vez que ha aumentado la demanda.
La de hoy era la cuarta subasta de Letras después de que el 25 de julio pasado Grecia emitiera bonos a cinco años, en la primera salida a prueba a los mercados financieros en tres años.
El Tesoro colocó un total de 3.000 millones de euros a un interés del 4,625 %, y la demanda superó los 6.500 millones de euros.
Grecia tiene un techo de subasta de Letras de 15.000 millones de euros, que se alcanzaron en 2014, por lo que tan solo puede colocar en el mercado títulos por la misma cantidad de las que vencen.
El bono griego a diez años cotizaba hoy a las 10.00 GMT en el mercado secundario al 5,49 %, y la prima de riesgo se situaba en 516 puntos básicos.