Este dato de déficit público, que no incluye las corporaciones locales ni las ayudas al sector financiero, se situó hasta mayo en el 1,59 por ciento del PIB.
Casi la mitad del desfase de junio (12.377 millones, un 1,06 por ciento del PIB) correspondió a la Administración Central, mientras que las Comunidades Autónomas registraron un déficit del 0,72 por ciento del PIB y la Seguridad Social un saldo negativo del 0,54 por ciento.
El objetivo para el déficit público del conjunto de 2017 es del 3,1 por ciento del PIB. En 2016 el déficit cerró en el 4,33 por ciento sin contar las ayudas a la banca, mientras que incluyéndolas se situó en el 4,54 por ciento.
Para la Seguridad Social, el objetivo de déficit es del 1,4 por ciento (frente al 1,62 por ciento de 2016), para las Comunidades Autónomas es del 0,6 por ciento (frente al -0,82 por ciento), para la Administración Central del 1,1 por ciento (frente al 2,52 por ciento), y para los ayuntamientos, cuyas cifras se conocen con mayor retraso que en el resto de administraciones, la meta es acabar en al menos equilibrio presupuestario, tras un superávit del 0,64 por ciento el año pasado.