"El mandato que nos ha dado el pueblo francés, lo vamos a poner en práctica", afirmó Philippe en una entrevista al canal "France 2" en el que recordó que la reforma laboral estaba en el programa del presidente, Emmanuel Macron, cuando fue elegido en mayo.
"Los que se inquietan y se oponen a este texto -argumentó- tienen perfectamente el derecho de hacerlo. Pero me permito señalar que los franceses se manifestaron con su voto y también tienen derecho a que se les respete".
"La reforma que ponemos en marcha la anunció el presidente de la República en el momento de las elecciones presidenciales", añadió.
A los manifestantes que ayer reclamaban la retirada de los decretos ley que el Ejecutivo prevé aprobar el próximo día 22 para una entrada en vigor a continuación, se preguntó "dónde está la democracia" si se cuestiona "sistemáticamente" la mayoría parlamentaria que ha votado esos textos.
Las cerca de 200 manifestaciones que hubo en toda Francia reunieron ayer a 400.000 personas, según la Confederación General del Trabajo (CGT), principal central convocante, aunque la policía estimó que fueron 223.000. Las huelgas tuvieron un impacto muy limitado, con incidencia visible en algunos transportes públicos.
La CGT ha programado otra jornada de movilizaciones el día 21, en vísperas del Consejo de Ministros que adoptará los decretos que flexibilizarán el mercado laboral, y el día 23 hay otra manifestación en París organizada esta vez por la Francia Insumisa, la formación de la izquierda radical.