Sin embargo, los responsables del Banco de Inglaterra dijeron que la primera subida de tipos en más de una década probablemente sería necesaria en los "próximos meses" si la economía mantiene su crecimiento y sigue aumentando la presión inflacionista.
Hasta la fecha, el BoE acumula un volumen de 435.000 millones de libras (482.752 millones de euros), de los que continuará destinando 10.000 millones de libras (11.098 millones de euros) a la compra de deuda de empresas.
De este modo, el BoE continúa con la estabilidad en su política monetaria después de haber reducido los tipos en su reunión de justo hace un año --4 de agosto de 2016--, tras más de siete años en los que permanecían en el 0,50%.
La economía de Reino Unido creció un 0,3% en el segundo trimestre del año, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS). En términos interanuales, la economía británica avanzó un 1,7% frente al mismo periodo de 2016.
Por su parte, la tasa de inflación interanual de Reino Unido se situó en julio en el 2,6%, repitiendo el mismo nivel que el mes anterior y por debajo de las expectativas del consenso del mercado, que esperaba un repunte de los precios del 2,7%, según ONS. La tasa de inflación subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía y la alimentación, se mantuvo estable en el 2,4%.
Así, la tasa de inflación de Reino Unido cumple seis meses por encima del objetivo de estabilidad de precios a medio plazo del 2%, aunque se mantiene por debajo del 2,9% registrado en mayo y que hizo saltar las alarmas en el Banco de Inglaterra.