El nuevo tipo de interés ya está a un punto básico por debajo del establecido antes de diciembre de 2014, cuando el BCR elevó bruscamente el precio del dinero del 9,5 al 17 por ciento para frenar la caída en picado del rublo.
El regulador mantiene el optimismo acerca de que se logrará el objetivo de inflación marcado para este año en un 4 por ciento y que será el más bajo en toda la historia de la Rusia postsoviética.
En cualquier caso, el BCR conservará una política monetaria moderadamente dura para garantizar el objetivo de inflación.
En su último informe adelanta que la próxima revisión a la baja del tipo de interés podría plantearse en el primer trimestre del próximo año en función de los datos macroeconómicos.
En cuanto a la marcha de la economía, el BCR ha mejorado su pronóstico para 2017: de una estimación de crecimiento del PIB entre el 1,3 y 1,8 por ciento ha pasado a otra que va entre el 1,7 y 2,2 por ciento. EFECOM
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