Rodrigo Zuleta
Para la estabilización de la eurozona, las principales fuerzas evitan concreciones y la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, en cabeza según todas las encuestas, se limita a anunciar que creará una comisión suprapartidista que deberá formular recomendaciones antes de 2019.
Según una encuesta del Instituto de Estudios Económicos Ifo de Múnich entre 130 economistas, publicada esta semana, la mayoría de los expertos encuentra pocas diferencias en materia fiscal y económica entre los programas de la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD).
De hecho, ambos hablan de un margen de 15.000 millones de euros en rebajas fiscales para la próxima legislatura. La diferencia en ese punto, como en otros, está en los detalles.
En cuanto a las inversiones, hay acuerdo en la necesidad de renovar las infraestructuras del país, tanto las tradicionales, de carreteras a guarderías, como las digitales.
El SPD da un paso más y propone introducir un nivel mínimo de inversiones acorde con la situación financiera, que obligaría al Estado a invertir parte de sus superávit actuales, aunque no aclara si esa regla debe introducirse en la Constitución, lo que requiere una mayoría parlamentaria de tres cuartos, o si sólo se tratará de una ley.
Ante las pensiones, la mayoría de los partidos mantiene el aumento de la edad de jubilación a los 67 años, con la excepción de La Izquierda que pide volver a los 65 años.
Sin embargo, mientras que la CDU ve poca necesidad de cambios en el sistema, el SPD y Los Verdes piden mejorar las jubilaciones más bajas con ayudas del fisco.
Un punto clave en la política fiscal es la eliminación paulatina del llamado suplemento de solidaridad, conocido como "Soli", un impuesto creado para financiar los gastos de la reunificación alemana y que equivale al 5,5 % de la carga fiscal.
La CDU quiere empezar a desmantelarlo en todas los tramos, mientras que el SPD propone comenzar sólo con los ingresos medios y bajos.
Los conservadores plantean también que la tasa impositiva máxima del 42 % se aplique sólo a partir de ingresos de 60.000 euros anuales, y no de 52.000 como hasta ahora.
El SPD, por su parte, coincide en esa propuesta, pero plantea además que los ingresos de 72.600 euros anuales y superiores paguen el 45 %.
Las diferencias son más notables en los programas de los partidos pequeños, algunos de los cuales aspiran claramente a formar parte del gobierno frente a la actual gran coalición.
El Partido Liberal (FDP), considerado como el socio natural de coalición de la CDU, eleva la rebaja fiscal a 30.000 millones de euros, la mitad con la abolición total del "Soli" en 2019.
Este capítulo puede ser uno de los campos de negociación más duros de cara a una eventual coalición de gobierno, ya que la CDU abraza como principio clave de su política económica el mantenimiento del déficit cero.
Los liberales ya tuvieron una mala experiencia en su última participación en el Ejecutivo federal, como socios menores de Merkel entre 2009 y 2013; no lograron cumplir sus promesas de rebajas fiscales y los electores les pasaron factura al concluir la legislatura, dejándolos por debajo del umbral del 5 % de los votos exigido para tener escaños.
El programa de Los Verdes en materia fiscal es menos radical, aunque plantea un aumento de la tarifa fiscal máxima para ingresos superiores a los 100.000 euros anuales; mientras que desde La Izquierda se apuesta por una revolución del sistema para aliviar a los clases medidas y bajas y aumentar la carga sobre las mayores rentas.
Su propuesta más polémica es la introducción de un impuesto del 60 % para ingresos de más de 260.00 euros mensuales y del 75 % para los que superen el millón de euros anuales.
Sus planes, no obstante, sólo podrían realizarse en una coalición tripartita, con el SPD y Los Verdes, opción que las encuestas ven poco probable y que se augura complicada ante las diferencias de esos partidos en materia de política exterior y de seguridad.