La deuda corporativa podría ganar peso en las compras del BCE
El BCE podría considerar reducir las compras de bonos corporativos más lentamente que las de la deuda pública cuando comience a disminuir su plan de estímulo masivo, en parte debido a que el banco se está acercando a unos límites autoimpuestos sobre lo que puede comprar.
24 septiembre, 2017 14:29Por Dhara Ranasinghe y Balazs Koranyi
El Banco Central Europeo ha señalado que está listo para retirar su estímulo extraordinario de 2,3 billones de euros a partir de enero de 2018 y comenzará a abordar los detalles en su reunión mensual de octubre.
Muchos economistas estiman que las compras mensuales de activos caerán hasta 40.000 millones de euros desde los 60.000 millones actuales. Pero, incluso en este escenario, se prevé que el BCE se mantenga cerca del techo de deuda soberana que puede mantener en algunos países, incluyendo Alemania, en la primera mitad del próximo año.
Por contra, el programa de compra de bonos corporativos sigue muy por debajo de sus límites. Algunos altos cargos del BCE sostienen que el programa, que ha superado las expectativas tanto en volumen como en efectividad, distribuye dinero en efectivo a los sectores más necesitados y podría incrementarse.
"He sido partidario relativamente convencido del programa de compras en el sector corporativo", dijo a Reuters Ardo Hansson, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo. "Todas las compras de activos no son iguales, estamos tratando de que las empresas y los hogares gasten o inviertan un poco más".
"Si las compras en el sector corporativo son más eficaces, como creo que son, se las podría impulsar un poco más más", dijo Hansson, también gobernador del banco central de Estonia.
Otros dos altos cargos, que hablaron bajo condición de anonimato, expresaron una opinión similar pero enfatizaron que no se tomó ninguna decisión.
El BCE declinó hacer comentarios.
MAYOR EMISIÓN DE BONOS
El programa de flexibilización cuantitativa del BCE, lanzado en marzo de 2015 para impulsar la inflación y el crecimiento económico al reducir los costes de endeudamiento en la zona euro, se centró primero en los mercados de bonos públicos más grandes y líquidos, pero después, en junio del año pasado, se amplió para incluir deuda corporativa.
La emisión de bonos corporativos ha aumentado, mientras que la emisión de deuda de Alemania -la principal fuente de compra de bonos del BCE- se ha limitado debido a que Berlín aprovecha su superávit presupuestario para captar menos fondos a través de la emisión de deuda. Sin embargo, la mayor parte de las compras continúan en deuda pública.
"En un contexto de retirada gradual, estamos bastante seguros de que lo que el BCE va a terminar haciendo es dejar el programa de bonos corporativos sin cambios y la reducción se centrará totalmente en el componente de bonos estatales", dijo Mark Dowding, co-jefe de deuda en grado de inversión en BlueBay Asset Management .
Este eperto estimó que el BCE compra alrededor de 6.000 millones de euros de bonos corporativos y deuda supranacional y 48.000 millones de euros de bonos públicos y otros bonos cada mes.
"En enero creemos que serán aproximadamente 6.000 millones de euros de bonos corporativos, unos 6.000 millones de euros de supranacionales y 28.000 millones de euros de bonos del Estado y otros para dar un total de 40.000 millones de euros", dijo.
El BCE sólo puede comprar hasta el 33 por ciento de cada bono emitido por un Estado, agencia o región. Puede comprar hasta el 50 por ciento de los bonos supranacionales y el 70 por ciento de los bonos corporativos o garantizados con activos.
Es probable que estos límites no cambien en vista de las condiciones económicas más boyantes en la zona euro.
"Todavía hay un movimiento positivo en la emisión de bonos corporativos, que no es necesariamente lo que hemos visto en los bonos públicos", dijo Souheir Asba, estratega de crédito de Bank of America Merrill Lynch. "El BCE sólo tiene el 13 por ciento del universo total elegible de bonos corporativos, lo que contrasta con su límite superior de 70 por ciento".
Frederik Ducrozet, de Pictet Wealth Management, dijo que si el BCE decidiera reducir sólo las compras de bonos estatales para llegar a los 40.000 millones de euros al mes, dejando las compras de otros bonos a niveles actuales, la compra de bonos del sector público caería a 30.500 millones de euros.
Si redujera todas sus compras proporcionalmente, el BCE podría liquidar el esquema para septiembre del próximo año, dijo, pero mantener niveles relativamente altos compras de bonos corporativos daría al BCE hasta tres meses más, hasta diciembre de 2018, una opción que muchos bancos centrales podrían considerar atractiva.
Otra alternativa sería incorporar una nueva clase de activos, como las acciones, pero responsables de política monetaria dijeron a Reuters que enviaría una señal equivocada a los mercados en la región.
Los analistas no tienen claro si en la reunión de octubre el BCE fijará una fecha final definitiva para el programa, ya que algunos consideran que podría guardarse la opción de prolongarlo de nuevo, según una información publicada por Reuters el martes.
La reducción gradual de la compra de bonos corporativos más lentamente "también ayudaría a mantener el estímulo a la inversión empresarial un poco más", dijo Jack Allen, economista europeo de Capital Economics.