El resultado de las elecciones alemanas debería impulsar las Bolsas
Varias sorpresas en las elecciones parlamentarias celebradas ayer en Alemania. Los partidos tradicionales, CDU y SPD, registraron el menor apoyo popular desde la Segunda Guerra Mundial. Alternativa para Alemania (AfD), el partido populista de extrema derecha, se ha instalado cómodamente en la tercera posición y entra por primera vez en el parlamento nacional, tras haber conseguido escaños en 13 de los 16 parlamentos regionales.
25 septiembre, 2017 10:47Diego Jiménez-Albarracín
Responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank
Parece imposible que Angela Merkel no repita como Canciller, con más del 33% de los votos, pero la formación del próximo gobierno no va a ser fácil. Los socialdemócratas del SPD, anterior aliado de Merkel en el gobierno, ya han rechazado formar parte de otra gran coalición. Martin Schulz declaró ayer que ya es hora de que el SPD pase a la oposición. La coalición jamaicana, apodada así por los colores de los tres partidos que la forman sería la opción más lógica y esperada. Pero entre los verdes y el FDP, los dos socios que acompañarían al victorioso CDU, existen diferencias ideológicas abismales.
En la opinión de nuestros economistas, una vez que la coalición tome forma, el impacto en la economía será positivo principalmente por el paquete de estímulos prometidos por el CDU en su programa electoral. Medidas fiscales y mayor gasto en infraestructuras, investigación y defensa deberían ser los primeros hitos del nuevo gobierno. El CDU debería ser capaz de rebajar impuestos si la economía sigue con su boyante ritmo. El partido ganador y sus probables socios consideran prioritario el equilibrio en las cuentas.
En cuanto a la integración europea, la victoria del CDU podría hacernos pensar en la renovación del espíritu de cooperación entre Francia y Alemania surgido tras la victoria de Macron. Merkel ha hecho hincapié en la posibilidad de un cambio en los tratados europeos para avanzar en la integración comunitaria. El momento parece adecuado, con casi todos los miembros de la Eurozona cumpliendo, o a punto de hacerlo, con los objetivos de déficit, pero los problemas pueden venir con los posibles socios. El FPD es contrario a una mayor integración y considera excesiva la aportación alemana a los presupuestos europeos.
¿Cuáles serán los próximos pasos?
En Alemania, no hay una legislación establecida para la formación de gobierno, pero sí hay un acuerdo tácito por el que el partido más votado lidera el proceso. Las discusiones preliminares entre los partidos con representación parlamentaria comienzan de forma inmediata y serán seguidas por conversaciones formales entre los miembros de una posible coalición. En octubre deberíamos tener una idea clara de quién tendrá los puestos clave en el próximo Gobierno. La primera sesión parlamentaria se ha de llevar a cabo antes de los 30 días posteriores a las elecciones y, en ella, se elegirá al nuevo Canciller.
A pesar de las diferencias existentes entre los programas electorales de los tres partidos que presumiblemente formaran la coalición gubernamental, los pactos de gobierno son moneda común en la política alemana. Aunque creemos que las negociaciones serán largas, no esperamos embotellamientos o bloqueos como los sucedidos en España durante 2016.
Implicaciones para el Mercado
A medio y largo plazo, el resultado de las elecciones y sus implicaciones en el futuro de la política del Banco Central Europeo y también en la postura alemana en la integración europea y en las relaciones con la periferia deberían ser un impulso para la renta variable tanto alemana como europea.
En el corto plazo, no esperamos grandes reacciones y creemos que las bolsas estarán más pendientes del crecimiento global o de los movimientos de la divisa única. El sólido crecimiento mostrado por la economía de la Eurozona es el principal impulsor de la renta variable europea y esperamos crecimientos en beneficios de doble dígito a pesar del negativo impacto de la moneda en las cuentas de las empresas exportadoras.
El impacto inmediato en los mercados de renta fija será menor que el de la victoria de Macron en las elecciones francesas o el fallido referéndum de Renzi en Italia. La política del BCE sigue siendo el eje impulsor de las rentabilidades de los bonos, pero podríamos ver algún efecto sobre las mismas según sea el calendario de emisiones del nuevo gobierno. Nuestros economistas no esperan cambios en la política de emisiones de bonos sea cual sea la coalición que termine gobernando.
Alemania siempre ha sido la clave para la estabilidad del euro y no creemos que esto cambie con estas elecciones. En las próximas semanas surgirán dudas y la incertidumbre estará presente hasta la formación del nuevo gobierno, pero pensamos que el impacto en los mercados será limitado y que en poco tiempo éstos volverán a centrar su atención en los fundamentales.