Las entidades bancarias han sufrido más en Bolsa que en los mercados de renta fija la tensión por las amenazas de una declaración de independencia unilateral en Cataluña. Desde los días previos al referéndum del 1 de octubre, hasta el pasado día 4 (en el que la Bolsa registró su peor sesión desde el Brexit con una caída del 2,85%), CaixaBank y Sabadell perdieron entre las dos cerca de 3.600 millones de euros de capitalización.
Pero lógicamente, la tensión también se trasladó a los mercados de deuda, no tanto por la evolución de los precios y las rentabilidades de las distintas emisiones, sino por el miedo de los inversores a mantener en sus bolsillos, o llenarlos de nuevo, con títulos emitidos por los bancos con mayor exposición a Cataluña.
Para apreciar los distintos movimientos, conviene marcar la diferencia entre los distintos títulos en circulación. En cuanto a la deuda sénior y emisiones como las cédulas hipotecarias (que se incluyen dentro de este tipo de deuda) apenas se han reflejado movimientos de impacto en las emisiones de CaixaBank o Sabadell.
Fuentes consultadas explican que podrían ser las propias entidades las que han impedido un impacto mayor, al ser ellas mismas las que han ido comprando los bonos que querían vender sus principales clientes, al no existir prácticamente demanda para ellos en los últimos días. Y ha sido precisamente esa ausencia de demanda la que ha generado más tensión en los despachos de los directivos bancarios.
Sí se notan algunos ejemplos de nerviosismo en el mercado secundario a través de otras emisiones de mayor riesgo como los bonos contingentes convertibles. El pasado 5 de mayo, Sabadell colocaba 750 millones de euros a un interés del 6,5% en este tipo de deuda. Antes del referéndum, a finales de septiembre, los precios de estos bonos superaban el 102% del valor nominal, según datos de Reuters. Y el 4 de octubre apenas rozaban el 99%. El `efecto venta¿ se notaba algo menos en los precios de la emisión que CaixaBank lanzó en junio por valor de 1.000 millones de euros en esta categoría. Los precios pasaron del 106% del valor nominal al 105% la pasada semana. Esta emisión cuenta con un rating de B1 por parte de Moodys y de BB- por parte de S&P.
En el caso de la deuda subordinada, que se sitúa un escalón por debajo de los bonos convertibles en orden de prelación, sí se dejó sentir algo más en el caso de Sabadell. Los datos de Reuters evidencian cómo en una emisión con vencimiento de 2026 por valor de 500 millones de euros, los precios pasaron de marcar un 116% del valor nominal antes del referéndum al 113% en la jornada del día 4 de octubre, con la rentabilidad de estos bonos, que se mueve de manera inversa al precio, pasando del 3,6% al 3,85%. Cifra que se relajó al cierre de semana tras conocerse la decisión del Consejo de Administración de la entidad de trasladar su sede social fuera de Barcelona.
También en deuda subordinada, los precios de una emisión de obligaciones emitida por CaixaBank en febrero de 2012 y con vencimiento en febrero de 2022 pasaron del 100% del valor nominal el 2 de octubre (la jornada posterior al referéndum), al 99% del nominal a cierre de semana.
- SEGURCAIXA ADESLAS TRASLADA TAMBIÉN SU SEDE DE BARCELONA A MADRID
- TORRASPAPEL TRASLADA SU SEDE SOCIAL DE BARCELONA A MADRID