En agosto, los bancos representaban un 34,3% de la cartera del gestor, y ahora, con la salida de CaixaBank y Sabadell, la posición se reduce al 31%. Aún así, el sector sigue siendo el de mayor peso junto al 25% que supone construcción, inmobiliario e infraestructuras, gracias al optimismo sobre la economía española que Iturriaga ha mantenido durante los últimos años, y que ha llevado al Okvango Delta, uno de sus fondos estrella, a una rentabilidad superior al 5% en lo que va de año.
Pero la tensión en Cataluña ha pasado factura a la cartera, y tras el 1 de octubre, el gestor de Abante ha vendido toda su posición en Caixa Bank y Banco Sabadell.
¿Se trata de un movimiento táctico, por si aumentase la psicosis ante eventuales salidas de depósitos de las entidades catalanas. Además, existe el riesgo de que accionistas extranjeros de referencia decidan salir del capital ante esta situación, con los efectos que eso podría causar sobre la cotización¿, indica Iturriaga, recordando que mantiene su confianza en el sector al incrementar el peso en el resto de bancos. ¿Con todo, es muy probable que dé la vuelta al trade en pocos días o semanas¿, asegura.
A su juicio, parece poco probable que los fundamentales de la renta variable española se deterioren ¿y el atractivo de la Bolsa, tanto en términos absolutos como en relativo, no hacen sino mejorar¿. Por eso, considera que quien no se deje llevar por las emociones y ¿mantenga la cabeza fuera de la centrifugadora del día a día¿, será quien salga ganando.
La carta mensual de septiembre destaca por centrarse en la situación política en Cataluña, que hasta ahora no había trastocado los planes del gestor. Sin embargo, el empuje del desafío independentista tras la votación del pasado 1-O ha obligado a una reacción que, a juicio de Iturriaga, tampoco resulta excesiva. ¿Los retrocesos del 2% en las bolsas o la ampliación en 15 puntos básicos de la prima de riesgo española en la semana álgida de tensión política, no son nada extraordinario¿, asegura, tachando de hecho el comportamiento de los mercados bursátiles y de renta fija se podría tachar de complaciente.
El experto reconoce que el mercado ha otorgado probabilidades muy infladas a los desenlaces apocalípticos en cada evento de riesgo. ¿Han sido muchos y parece que ya hemos aprendido. Incluso tras los últimos acontecimientos, la probabilidad de una Cataluña independiente con lo que eso supone, sigue siendo ninguna. Y eso es lo que los mercados están cotizando¿, asegura.
A su juicio, la comparecencia del rey Felipe VI, la estampida de empresas catalanas hacia el resto de España y la multitudinaria manifestación popular en contra de la independencia, abocan a un pronto desenlace del pulso. ¿Evidentemente, el problema de fondo queda sin resolver, pero la independencia queda descartada. La posibilidad de que se continúe chapoteando por el barro de la amenaza permanente, una vez llegados al punto actual, es inexistente¿, asegura.