En un comunicado este miércoles, la compañía ha indicado que la declaración del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el Parlament y la respuesta del Gobierno "está en línea" con su hipótesis de que se producirá una escalada de las tensiones entre los dos gobiernos.
"Nuestra acción de calificación negativa en Cataluña no tendrá un impacto inmediato en la calificación de Barcelona, dado que el gobierno regional tiene una influencia insignificante sobre los ingresos y gastos de la ciudad", argumenta Fitch.
Añade que, sólo una independencia efectiva de Cataluña --que no está en sus escenarios--, cambiaría fundamentalmente el marco de las finanzas públicas de Barcelona, lo que conduciría "probablemente" a un cambio de calificación para Barcelona.
En el actual escenario de calificación, "que sigue siendo uno donde las tensiones políticas son altas pero la unidad se mantiene", el marco existente sigue funcionando.