Por Maite López
Michael Burry se hizo de oro apostando contra lo que el resto creía impensable antes de la crisis de 2008: el colapso del mercado de hipotecas en Estados Unidos y su grave impacto en los balances de los grandes bancos. Su historia es recogida en la película The Big Short (la gran apuesta, 2016). Ahora, Bloomberg adelanta que Wall Street está creando mercado para quien, como Burry, piense en apostar por la próxima gran crisis financiera.
Según la agencia, Goldman y JPMorgan estarían creando mercado en torno a derivados sobre la deuda bancaria más sensible cuando una entidad entra en problemas. Estos instrumentos pueden ser utilizados, como tantos otros, para simplemente cubrir la cartera, pero también abren una vía directa para apostar a la baja contra una cesta de esos activos bajo la tesis de que las entidades entren en problemas y tengan que convertir esa deuda en capital, como ha sucedido en el caso más reciente de Banco Popular.
Las entidades han tirado de este tipo de deuda `anticrisis¿ (los famosos CoCos, por ejemplo) ante las nuevas exigencias de capital y el rescate en forma de bail in, o rescate bancario que protege al contribuyente: bajo este formato, después de los accionistas sería esta deuda híbrida (AT1 en el argot financiero) la que absorbería las pérdidas. Y así, hasta un orden de prelación que contempla en última instancia a los depósitos de más de 100.000 euros.
Este tipo de deuda bancaria contempla en sus folletos la conversión en capital en caso de que la entidad así lo necesite e incluso que se suspenda el pago del cupón bajo determinados casos de contingencia. Esa es la razón por la que, en este caso, un futuro Michael Burry no podría recurrir a los instrumentos que en 2008 sirvieron para posicionarse a la baja en el mercado hipotecario.
Los CDS (credit default swaps o seguros de riesgo de impago, en español) no tendrían la misma efectividad. Este nuevo tipo de deuda contempla directamente la suspensión del pago del cupón en caso de contingencia y, por lo tanto, no se considera default o impago, como para activar los seguros. Hablamos de un mercado de 150.000 millones de dólares de deuda `anticrisis¿.
Los analistas del propio Goldman habrían aconsejado a sus clientes recientemente, según apunta Bloomberg, ser más cautos con este tipo de emisiones y moverse hacia otras mejor protegidas.
Con todo, tal y como cuenta el gestor Iván Martín, de Magallanes, ¿la bolsa con dividendos, se ha recuperado de caídas fortísimas en periodos no superiores a 7 años¿. Que se lo digan a Wall Street, donde los índices rozan constantemente máximos históricos.
De ahí, que muchos inversores como el afamado Warren Buffett elijan el largo plazo para posicionar sus inversiones en bolsa, bajo la premisa de que, con un horizonte largo, la renta variable es el activo más rentable.
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