Los eurodiputados han aprobado este informe con 32 votos a favor, 29 en contra y 4 abstenciones, pero la competencia principal recae sobre la comisión de Industria de la Eurocámara, que se pronunciará el próximo 28 de noviembre.
El documento forma parte de la reforma de la directiva europea sobre energías renovables. La Comisión Europea propuso un objetivo menos ambicioso, de al menos el 27% para 2030. La normativa en vigor pretende alcanzar una cuota de renovables del 20% sobre el consumo final de energía en el bloque comunitario en 2020.
Así, la comisión parlamentaria ha abogado por elevar este objetivo para 2030 hasta al menos el 35% y además introducir objetivos obligatorios para los Estados miembros que contribuyan al alcanzar la meta común.
Con respecto a los biocombustibles, sobre los que sí tiene competencia, la comisión de Medio Ambiente ha propuesto una eliminación progresiva de aquellos que están basados en cultivos para 2030 y desde 2021 para aquellos producidos a partir de aceite de palma.
La propuesta de Bruselas establece que la cuota de biocombustibles en al UE no debe superar el 7% del consumo final de energía del transporte ferroviario y por carretera.
Los eurodiputados han diseñado además criterios de sostenibilidad para biocombustibles, biolíquidos y biomasa con el objetivo de minimizar el riesgo de utilizar biomasa forestal insostenible considerada como energía renovable.