Complicando un avance de los republicanos en la mayor reforma al código tributario desde la década de 1980, senadores dijeron que, al igual que la Cámara baja, quieren reducir la tasa de impuesto corporativo a un 20 por ciento desde el 35 por ciento actual, pero en 2019 y no ahora mismo.

Las acciones, que han subido este año por las expectativas de reducción de impuestos, bajaron a medida que se conocían los detalles de ambas propuestas. Los inversores están preocupados por la divergencia entre ambos planes y la propuesta del Senado de retrasar el recorte a la tasa corporativa.

Con el presidente Donald Trump en Asia, los republicanos reiteraron su objetivo de aprobar una ley este año. Si ocurre, sería el mayor logro legislativo del mandatario desde que asumió el cargo en enero.

En un sentido amplio, los planes de las dos cámaras concuerdan en buscar profundos recortes de impuestos para los que obtienen altos ingresos y las empresas, además de una dramática reformulación de cómo el país grava a las corporaciones multinacionales, grandes ganadoras si se alcanza una ley.

Los demócratas, largamente ignorados en la redacción a puertas cerradas de los planes, los han denostado como regalos a ricos y empresas que harán poco por los estadounidenses comunes.

La Cámara baja votará su proyecto la próxima semana, tras la aprobación de la medida por la Comisión de Medios y Arbitrios.

El cronograma del Senado era menos claro, con un proyecto formal que aún debe ser redactado en dicha cámara, donde los republicanos cuentan con una mayoría mucho más pequeña y un camino más estrecho para aprobar cualquier legislación, y menos una tan polémica como un paquete de impuestos.