Tras el término de la sesión, ese índice avanzó 17,49 puntos y acabó en 23.439,70 enteros, el selectivo S&P 500 progresó un 0,10 % hasta 2.584,84 unidades y el índice compuesto del mercado Nasdaq sumó un 0,10 % hasta 6.757,60 puntos.
Los operadores en el parqué neoyorquino protagonizaron una sesión volátil de alzas y retrocesos marcada por la incertidumbre en torno al calendario de la reforma tributaria en Estados Unidos y el plan de reestructuración anunciado por General Electric.
Wall Street sigue muy atento al futuro de la reforma fiscal que ha propuesto el presidente de EEUU, Donald Trump, y la posibilidad de que la negociación legislativa se retrase más de lo que se pensaba inicialmente.
Entre las razones para este posible retraso se encuentra la divergencia de criterios entre el proyecto de la Cámara de Representantes y del Senado en cuanto a la entrada en vigor del recorte en el impuesto a las ganancias corporativas.
Los inversores también estuvieron pendientes del grupo industrial General Electric, que lideró las pérdidas en el Dow Jones con una fuerte caída del 7,17 %, tras anunciar un plan de reestructuración y un fuerte recorte de su dividendo.
Al final los sectores cerraron divididos entre los avances del de empresas de servicios públicos (0,70 %) o el financiero (0,02 %) y los descensos del energético (-0,84 %), el industrial (-0,29 %), el de materias primas (-0,09 %) o el tecnológico (-0,01 %).
Junto a General Electric, también bajaron United Technologies (-0,88 %), Merck (-0,68 %), IBM (-0,51 %), Visa (-0,43 %), Apple (-0,40 %), Nike (-0,32 %), Verizon (-0,29 %), Cisco Systems (-0,12 %), Exxon Mobil (-0,06 %) y Walt Disney (-0,04 %).
Al otro lado de la tabla encabezó las ganancias McDonald's (1,07 %) por delante de Procter & Gamble (0,95 %), Home Depot (0,76 %), UnitedHealth (0,75 %), Boeing (0,60 %), American Express (0,41 %), Coca-Cola (0,39 %), Intel (0,37 %) o JPMorgan Chase (0,36 %).
Al cierre de la sesión bursátil, el petróleo de Texas bajaba a 56,71 dólares, el oro avanzaba hasta 1.278 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años subía al 2,399 % y el dólar ganaba terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,1668 dólares.