Durante su comparecencia en la Comisión de Empleo para analizar la proposición de Ley que está elaborando el Congreso sobre una prestación de ingresos mínimos para personas sin empleo y que ascendería a unos 426 euros, Escrivá ha señalado que los países que "más redistribuyen la renta lo hacen a través del gasto".
No obstante, ha añadido que hay margen para intentar una mejor redistribución de las rentas y también para simplificar la fiscalidad.
En este sentido, ha recordado que la AIReF está analizando las actuales subvenciones en el gasto público y ha avanzado que presentará un nuevo informe a finales de este mes en la Comisión de Presupuestos del Congreso.
Al respecto, ha dicho que están analizando las subvenciones relativas a las políticas activas de empleo que llevan a cabo las diferentes Comunidades Autónomas y ha reconocido que en este punto hay "ciertos problemas de corresponsabilidad fiscal" en cuanto a la financiación y la gestión de estas ayudas.
En su opinión, el gasto en políticas activas y pasivas habría que analizarlo conjuntamente y ha incidido en que en España "hay recorrido para mejorar ese gasto y adecuarlo a las necesidades".
Precisamente, una de las "preocupaciones" que ha mostrado a la hora de aplicar una renta mínima es la de que finalmente llegue a los colectivos a los que va dirigida ya que se trata de una medida "de gran calado y coste fiscal relevante".
Escrivá ha destacado que el déficit estructural del conjunto de las administraciones públicas se situará, según los cálculos de la AIReF, en el entorno del 2 % del PIB en 2020, y que la aplicación de una renta mínima podría suponer un déficit de hasta un punto y medio mayor del estimado.
"No vemos que el gasto del Estado pueda ir mas allá de los niveles actuales y por eso pensamos que con políticas económicas constantes se generará este déficit estructural que se instalará en el 2 % en los próximos años", ha dicho.
De hecho ha puntualizado que, a falta de novedades en el marco del Pacto de Toledo, el gasto de la Seguridad Social teniendo en cuenta la revalorización del 0,25 % de las pensiones, un incremento de gasto en pensiones cercano al 3 %, y un aumento de los ingresos de las cotizaciones por encima del 4 %, el déficit de la Seguridad Social se situaría por encima del 1 % durante unos años.
Por otra parte, ha valorado la recuperación en la recaudación proveniente del Impuesto sobre Sociedades, que -en su opinión- este año se situará en los niveles que tradicionalmente ha tenido España.
"Este año nos movemos hacia ingresos respecto al PIB en línea con la media europea, por encima del 2 % del PIB", ha añadido. EFECOM
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