Así lo ha afirmado en declaraciones a los periodistas antes de participar en el XVI Congreso de Directivos de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que se celebra en el Auditorio de la Diputación de Alicante bajo el título "Oportunidades y riesgos del directivo en la sociedad digital".
Preguntado sobre si habían calculado cuánto puede suponer, económicamente, la marcha de la EMA a Ámsterdam, el también presidente de Freixenet ha respondido que "se pueden hacer cábalas y especulaciones, pero no es lo más trascendente".
"Es muy transcendente el dinero que se puede perder, pero es mucho peor la confianza que han dejado de tenernos, y esto es muy malo para Barcelona, para Cataluña y para España", ha subrayado.
Igualmente, ha lamentado que su marcha supone "perder una oportunidad que era verosímil" pues, en su opinión, "en condiciones normales, la EMA estaría ya en Barcelona".
Por el contrario, "la falta de estabilidad produce desconfianza en el mundo", por lo que ha abogado por "reflexionar y ver que por este camino -el conflicto secesionista- no se va a ningún lado".
"Tenemos que buscar una reordenación de nuestras propias relaciones, de la manera en cómo llevamos las cosas allí, donde la sociedad está fracturada, y volver a una reconciliación en condiciones de normalidad, es decir, en la senda constitucional y del estatuto", ha concluido.