La primera ministra conservadora celebró ayer una reunión con destacados ministros para evaluar la marcha de las conversaciones con Bruselas y abordar la factura que deberá aportar Londres por su retirada, prevista para marzo de 2019.
En esa reunión, según pudo saber la BBC, no hubo una discusión sobre un monto concreto pero los ministros aceptaron que el país debería pagar más a fin de pasar a la segunda fase de las negociaciones, centradas en el vínculo comercial entre ambas partes.
Según señalaron ayer los medios, el Reino Unido estaría dispuesto a duplicar su oferta inicial hasta situar el total en 38.000 millones de libras (42.750 millones de euros), por debajo de los 60.000 millones de euros que solicita Bruselas.
La factura británica es uno de los principales problemas que dificultan las conversaciones.
La primera fase de las negociaciones se centró en la situación legal de los comunitarios que viven en el Reino Unido y de los británicos que residen en el continente, además del futuro de la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.