Desde 2007, catorce centrales de carbón se han acogido a este régimen y han recibido en total más de 440 millones de euros para instalar filtros de óxido de azufre, dijo el brazo ejecutivo de la UE en un comunicado, añadiendo que se seguirán realizando pagos hasta 2020.
La Comisión cree que estos incentivos para reducir las emisiones de óxido de azufre podría no estar justificado ya que estas centrales ya estaban obligadas a ello por la normativa medioambiental europea.
"Tememos que el apoyo dado a esas centrales de
carbón les confirió una ventaja competitiva desleal", dijo la comisaria de Competencia, Margrethe Vesgager, en el comunicado.
Las autoridades de competencia europeas tienen potestad para obligar a los gobiernos a recuperar las ayudas que considere ilegales.