De hecho, la calificadora de riesgos considera que la mala gestión económica, así como las tensiones políticas y la supresión de datos económicos han minado la credibilidad del Gobierno de Venezuela entre los inversores extranjeros.
"Incluso si el Gobierno (de Venezuela) fuera capaz de establecer una moneda virtual, no creemos que los partícipes del mercado se sintieran suficientemente confiados de que el Gobierno la gestionase fiel y transparentemente, lo que limitaría su voluntad de comprar o realizar transacciones en petro", apunta Moody's.
De este modo, la agencia opina que esta falta de credibilidad socavaría los esfuerzos de las autoridades venezolanas de buscar una alternativa financiera mediante la creación de esta moneda virtual que permitiera al país emitir bonos, eludiendo las sanciones de EEUU, en un contexto de reestructuración de la deuda.
Según las previsiones de Moody's, el PIB de Venezuela sufrirá una contracción del 8,5% este año, después de retroceder un 12% en 2016 y un 5,7% en 2015, mientras que para 2018 la agencia prevé una caída de la actividad del 4%.