"El BCE ha revisado sustancialmente al alza las previsiones de crecimiento del PIB", ha señalado el banquero italiano en su habitual comparecencia ante los medios tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que decidió mantener los tipos de interés en el 0% y no alterar la hoja de ruta de las medidas de estímulo de la entidad, que desde el mes de enero reducirá a la mitad de sus compras de activos, hasta 30.000 millones de euros mensuales.
De cara a más largo plazo, el BCE espera que la economía de la zona euro crecerá en 2019 a un ritmo del 1,9%, dos décimas por encima del anterior pronóstico, mientras que ha presentado por primera vez sus proyecciones para 2020, cuando el banco central confía en que la eurozona crecerá un 1,7%.
Respecto a los riesgos que rodean estas previsiones, Draghi subrayó que se encuentran "ampliamente equilibrados", ya que la fortaleza del impulso cíclico podría llevar a sospresas positivas en el corto plazo, mientras que los riesgos a la baja siguen relacionándose con factores de carácter global y la evolución de los mercados de divisas.
En cuanto a la evolución de los precios, las nuevas proyecciones del BCE han sido revisadas al alza para reflejar el impacto de la evolución de los precios del petróleo y de los alimentos.
De este modo, el banco central prevé que la inflación de 2017 se situará en el 1,5%, en línea con la proyección de septiembre, mientras que para 2018 espera una subida de precios del 1,4%, frente al anterior 1,2%, que en 2019 será del 1,5%, en línea con lo anticipado anteriormente, alcanzando el 1,7% en 2020.
No obstante, a pesar de la ligera revisión al alza, los pronósticos de inflación apuntan a que los precios se mantendrán por debajo del objetivo de estabilidad del BCE, que habla de un nivel inferior, pero cerca del 2%.
"¿Cómo de cerca?", se cuestionó Draghi, que de cumplirse las previsiones del BCE abandonará la presidencia en otoño de 2019 sin haber alcanzado dicho objetivo, señalando al ser cuestionado sobre si prevé subir tipos durante su mandato, que "subir tipos en el futuro sería una buena noticia" porque demostraría que la inflación es autosuficiente.
"Nuestras decisiones de política monetaria han preservado las muy favorables condiciones que aún son necesarias para un retorno sostenido de la inflación hacia niveles inferiores, pero cercanos al 2%", declaró el banquero italiano.
A este respecto, Draghi reiteró que el BCE no ha discutido tan siquiera la opción de una interrupción brusca de su programa de compra de activos, pasando de 30.000 millones mensuales a cero, aunque tampoco haya ofrecido nuevas pistas sobre un potencial calendario para la gradual reducción del alcance del programa.
PÉRDIDAS EN LAS COMPRAS DE BONOS CORPORATIVOS
Por otro lado, Draghi fue preguntado por las pérdidas potenciales del BCE relacionadas con las compras de bonos emitidos por Steinhoff, multinacional domiciliada en Países Bajos y propietaria de empresas como Conforama o Hertz, cuyo valor se ha desplomado después de que la compañía haya reconocido errores en sus cuentas de 2017 y 2016, que serán reformuladas.
"Somos muy transparentes con nuestro programa de compras", ha defendido Draghi, señalando que no es algo inusual que se registren pérdidas, aunque ha subrayado que en el caso de Steinhoff las pérdidas latentes son muy inferiores a lo informado y representan "una cifra pequeña".
"En cuanto tuvimos noticias dejamos de comprar", dijo Draghi, añadiendo que el banco podría vender o no, por lo que las pérdidas son latentes y en cualquier caso "se han exagerado".
Steinhoff International Holdings ha desvelado este jueves que los errores detectados en el ejercicio 2017 "resultan también relevantes para 2016", por lo que la compañía reformulará sus cuentas.
A principios de diciembre, el consejo de supervisión de la multinacional desveló que se habían detectado una serie de irregularidades contables relacionadas con la "validez y recuperabilidad" de determimados elementos en el balance de Steinhoff Europe correspondientes a 2017, encargando una investigación independiente a PwC, tras lo que el hasta entonces consejero delegado de la empresa, Markus Jooste, presentó su dimisión.
En este sentido, la multinacional ha indicado hoy que, con el asesoramiento del comité independiente del consejo de supervisión, se ha formado la opinión de que los problemas sobre la validez y recuperabilidad de determinados activos en el balance de Steinhoff Europe examinados en la auditoria de 2017 resultan también relevantes para el ejercicio financiero consolidado de 2016, por lo que las cuentas de la compañía necesitan ser reformuladas.
De este modo, Steinhoff International Holdings ha recomendado a sus accionistas y otros inversores que sean prudentes al negociar con valores de la compañía.
Las acciones de Steinhoff, que cotizan en la Bolsa de Fráncfort, perdían este jueves más de un 10%, hasta cotizar por debajo de 0,60 euros, lo que representa la pérdida del 80% de su valor desde el pasado 5 de diciembre, fecha en la que se conocieron las primeras irregularidades.