La Junta Única de Resolución (JUR) fue establecida después de la crisis financiera de la eurozona, que obligó a los gobiernos a destinar cientos de miles de millones de euros de los contribuyentes al rescate de bancos quebrados.

La entidad, dirigida desde su creación en 2014 por Elke Koenig, antes reguladora financiero en Alemania, tiene como objetivo minimizar el coste que supone para los contribuyentes y depositantes liquidar los bancos fallidos, haciendo recaer las pérdidas sobre accionistas y titulares de bonos.

Para cumplir su objetivo, la JUR necesita diseñar planes de resolución para los 142 bancos de la eurozona que tiene bajo supervisión, los cuales deberían detallar las funciones críticas de las entidades que deben protegerse en caso de rescate.

Pero la JUR ha diseñado planes detallados para solo parte de los bancos y a los que están ya disponibles "todavía les faltaban elementos claves", dijo el Tribunal de Cuentas Europeo en un informe publicado el día después de que el mandato de Koenig fuese renovado para cinco años más.

Según el informe, la JUR "no fue capaz de proporcionar un resumen de las funciones críticas de cada banco bajo su responsabilidad", lo que originó dudas sobre cómo la JUR valora las responsabilidades de los bancos.

El informe, que es parte de la supervisión regular de las instituciones de la UE, también dijo que los planes analizados por los auditores no mostraron el "riesgo potencial de contagio" causado por una resolución bancaria, avisando de que esto podría convertir el rescate de un banco en el problema de otro.

La JUR, en respuestas incluidas en el informe, dijo que los informes de los auditores estaban basados en los planes de resolución del año pasado y que muchas de las deficiencias ya han sido abordadas este año.

"Estamos diciendo que el plan de resoluciones (...) es inadecuado en una serie de aspectos", dijo en rueda de prensa Kevin Cardiff, el auditor responsable del informe.

"Pero eso no es lo mismo que decir que en un caso particular la institución no rendiría bien", añadió.

Hasta ahora, la JUR solo ha poner a prueba sus poderes de resolución una vez, con la venta forzosa en mayo del atribulado Banco Popular a su rival más grande Banco Santander .

Los tenedores de bonos que perdieron su inversión han demandado a la JUR. Los reguladores de la UE consideraron el rescate un "éxito" porque no afectó a los titulares de depósitos y no dañó al sistema bancario español.

La venta del Popular no reflejó la estrategia de resolución que la JUR había planeado para el banco, admitió el organismo después del rescate exprés. La opción más común es un rescate interno, en el que el banco continua sus operaciones después de los acreedores asuman la factura.

El Tribunal de Cuentas europeo dijo en el informe que los planes de resolución de la JUR no tenían en cuenta de forma adecuada la posibilidad de "acontecimientos no anticipados a corto plazo", aumentando las probabilidades de que el futuro tenga que verse obligada de nuevo a "desviarse de los planes", como ocurrió con el Popular.

Las limitaciones de la JUR están en parte causadas por la "seria falta de personal" del organismo, dijeron los auditores. La JUR respondió que alcanzará los 306 miembros de plantilla a principios del año que viene, todavía por debajo de su objetivo de 350 trabajadores.