Sólo en el tercer trimestre del año los hogares dispusieron de una renta bruta de 165.387 millones de euros, el 1,3 % más que un año antes, y gastaron 166.138 millones, el 3,5 % más.
Este mayor incremento de los gastos que de la renta dejó para el tercer trimestre una tasa negativa de ahorro del 0,7 %.
Frente a esta tasa trimestral, la anual del 6,1 % refleja la evolución móvil de cuatro trimestres al tratarse de un indicador muy estacional, ya que el ahorro siempre disminuye en el primer y tercer trimestre, y aumenta en el segundo y el cuarto.
De vuelta a los datos del tercer trimestre, la inversión de los hogares creció un 11,2 %, hasta 11.107 millones, con lo que las familias registraron una necesidad de financiación de 12.887 millones, casi 5.000 millones más que un año antes.
Frente a esto, las empresas no financieras generaron una capacidad de financiación de 9.010 millones ante los 9.801 millones de un año antes.
En el caso de las instituciones financieras, registraron una capacidad de financiación de 4.403 millones, en línea con un año antes, en tanto que las administraciones públicas fue de 8.097 millones frente a los 2.348 de un año antes.
La suma de todos estos componentes da que la economía nacional registró en el tercer trimestre una capacidad de financiación con respecto al resto del mundo de 8.623 millones, equivalentes al 3 % del PIB.
Por su parte, la renta nacional alcanzó los 286.401 millones, el 4,1 % más que un año antes.
Detrás de esta subida está el aumento del 4,5 % del excedente de explotación bruto (margen de las empresas), hasta 120.583 millones, así como el incremento del 3,4 % de la remuneración de los asalariados, hasta 136.182 millones.