Wall Street cerró hoy una nueva jornada eufórica, la tercera consecutiva de ganancias, y por primera vez en su historia el Dow Jones de Industriales, el principal indicador del parqué neoyorquino, superó los 25.000 puntos.
Han pasado sólo 35 días desde que el Dow Jones cerrara en 24.000 puntos, un récord en la historia de ese centenario indicador que comparte con los mismos 35 días que se tardó para pasar desde 20.000 a 21.000 puntos, la barrera que se superó el 1 de marzo pasado.
Los operadores de Wall Street no suelen prestar mucha atención a esas barreras simbólicas, y de hecho siguen más de cerca el selectivo S&P 500, porque su base más amplia, ya que representa cerca del 80 % del valor de las firmas bursátiles.
Pero el Dow Jones sigue siendo una importante vara para medir el pulso del mercado, y además tiene más de un siglo de vida, mientras que el S&P 500 debutó en 1957.
Por esa razón, el hecho de que el Dow Jones haya alcanzado hoy los 25.000 puntos no deja de tener una importancia, aunque sea simbólica, ya que, para los analistas, se demuestra la fortaleza en la que se encuentra el mercado bursátil neoyorquino.
"Que el Dow Jones llegara a los 25.000 puntos era una idea bastante descabellada hace un año", reconoce el vicepresidente de estrategia de operaciones de la firma bursátil E-Trade, Steve Claussen.
"Y aunque simbólicamente es importante, la historia real detrás de ello nunca es sólo un número (...), sino la fuerza subyacente que está empujando a los mercados en este momento", agregó.
Y es que en las tres sesiones que ha habido este año, Wall Street ha dejado claras cuáles son sus intenciones y su deseo de seguir con la buena racha con la que terminó en 2017.
En la primera sesión, la del martes, el S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq conquistaron nuevos récords.
Los repitieron el miércoles, y también se anotó su propia marca histórica el Dow Jones, y los tres indicadores volvieron a coincidir hoy en nuevos récords.
Hoy había razones de peso para el impulso del parqué neoyorquino: la firma privada ADP informó de que el sector privado agregó en diciembre pasado 250.000 nuevos empleos.
Esas cifra está por encima de los 190.000 que habían calculado los analistas, por lo que el parqué neoyorquino reaccionó con entusiasmo a la noticia.
Unido a ello, las solicitudes semanales de desempleo subieron sólo en 3.000 casos, hasta los 250.000, un ascenso considerado moderado por los analistas.
Estos datos y la inercia que se arrastraba desde 2017, con 71 récords del Dow Jones de Industriales, están convirtiendo a Wall Street en un mercado muy atractivo para los inversores.
"El impulso (del mercado) ha sido el mayor factor determinante de los precios en 2017, y sigue siendo el caso de este año", sostiene el director de investigaciones de mercados globales de la firma Boston Partners, Michael Mullaney.
Junto con los buenos datos sobre la creación de empleo, el alza de hoy en Wall Street estuvo justificada también por un nuevo incremento en el precio internacional del petróleo.
El crudo de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, cerró hoy en 62,01 dólares el barril, el nivel más alto desde el 9 de diciembre de 2014.
En aquella época los precios del crudo estaban en libre caída por un exceso de oferta en el mercado: el precio máximo de 2014 fue de 107,24 dólares el barril, alcanzado el 20 de junio, y el último día del año acabó con el mínimo anual de 53,27 dólares.
El hecho de que el WTI se vaya recuperando poco a poco fue un elemento importante en el alza bursátil de hoy. El sector energético fue el que más avanzó hoy, un 1,04 %, aunque la principal petrolera del país, ExxonMobil, tuvo una discreta subida del 0,14 %.
La noticia de que el Dow Jones había animó a muchos, incluido el presidente estadounidense, Donald Trump, quien aprovechó para atribuirse parte del éxito al recordar que dentro de pocos días cumplirá un año de gestión.
Según Trump, los 25.000 puntos son una "gran barrera" que se supera, pero se mostró claramente optimista: "Nuestro número ahora son los 30.000", afirmó el gobernante en un acto oficial en la Casa Blanca.