Ángel Gómez
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador, terminó con una ganancia de casi 206 puntos y un avance del 0,81 %, lo que le permitió alcanzar el quinto récord que tiene desde que comenzó el año.
También tuvieron sus nuevas marcas históricas el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, en ambos casos la séptima del año, y si se tiene en cuenta que hasta hoy sólo ha habido ocho sesiones, el registro provisional es impresionante.
Los analistas atribuyeron el impulso de hoy, entre otras razones, al avance en el sector energético, que ganó un 1,65 %, gracias a una subida en los precios internacionales del crudo, que en el caso del petróleo de Texas llegó hasta niveles no vistos en tres años.
Destacó especialmente el avance de cerca del 2 % del sector de transporte, con ganancias muy fuertes en empresas claves: American Airlines, la primera aerolínea de Estados Unidos, subió un 4,91 %, y la segunda, Delta, que hoy anunció sus resultados, un 4,78 %.
Y la tercera por tráfico de pasajeros, United Airlines, no se quedó atrás, y subió un 4,61 %.
Ninguna de estas firmas está incluida en el Dow Jones de Industriales. El grupo quedó liderado, como era esperar, por una petrolera, Chevron, la segunda de Estados Unidos, que ganó un 3,06 %, mientras que la segunda, ExxonMobil, avanzó un discreto 0,99 %.
Todo ello en la víspera de que Estados Unidos entre de lleno en la nueva tanda de resultados empresariales, que inaugurará mañana, entre otras firmas, el mayor grupo bancario, JPMorgan Chase.
Los analistas insisten en que las ganancias de hoy parten del buen ánimo heredado del año pasado. Se vive un optimismo en el parqué neoyorquino con algunos toques de temores de que se esté entrando en una burbuja que puede terminar mal.
Pero, de momento, aparte de la cantidad de dinero que se gana a diario en el mercado, de momento no hay ningún pecado que pueda tener Wall Street para que cambie la tendencia.
En todo caso, sólo se le puede acusar de avaricia.