Nuevos sectores emergen como atractivas oportunidades de inversión. Es el caso de los vehículos eléctricos y el gran auge que se espera en la demanda de los materiales con los que se fabrican las baterías.
En el año 2018 asistiremos a una mejora en el entorno económico mundial que permitirá a los inversores beneficiarse de un buen comportamiento de los activos de riesgo. Silvia García-Castaño, Directora de Inversiones de BNP Paribas Wealth Management, ha explicado que las previsiones para este año son de una recuperación económica sostenida y un aumento moderado de la inflación. Prevén un menor apoyo por parte de los bancos centrales, mientras que el progreso tecnológico y las tendencias emergentes continuarán. Estas temáticas buscan, por un lado, orientar al inversor hacia oportunidades más atractivas en un ciclo maduro y, por otro, identificar las grandes tendencias que ofrecen oportunidades a largo plazo.
Megatendencias
Los sectores de la realidad virtual y aumentada, la gestión de bases de datos (cloud computing o big data) y los relacionados con los nuevos modelos de consumo, son algunas de las apuestas de inversión a largo plazo de BNP Paribas en el contexto actual de irrupción de los ¿Millennials¿. ¿Consideramos que el sector de los semiconductores, esenciales para la integración de las tecnologías en nuestra vida diaria, y los desarrolladores de software, seguirán siendo las principales industrias motrices en los próximos años.
En este sentido, el auge de los vehículos eléctricos está creando oportunidades de inversión en todos los pasos de la cadena de valor: materiales (metales y productos químicos utilizados en las baterías), productores de electricidad, servicios de vehículos compartidos, etc. Materiales como el litio, grafito, níquel o cobalto se verán favorecidos por la demanda masiva de baterías de alto rendimiento y, en el caso del níquel, la demanda podría alcanzar el 40% de aquí a 2025. García-Castaño ha señalado que sus previsiones son de un 26% de vehículos eléctricos en 2030, frente al 5% del total de cuota de mercado actual. Entre los principales escollos de los vehículos eléctricos, una abrupta caída en el precio del petróleo podría modificar a la baja la preferencia.
En línea con los nuevos métodos de producción sostenible y hábitos de consumo más saludables, recomiendan invertir en una selección de acciones, bonos (Green bods) y fondos de inversión que favorezcan un modo de vida más beneficioso para la salud. Otras megatendencias de inversión que identifican son el desarrollo de las infraestructuras y la urbanización, tanto en países desarrollados como emergentes y, una tendencia al alza en la inversión empresarial debido, en parte, a la necesidad de invertir en tecnologías innovadoras.
Temáticas para un ciclo maduro
Las oportunidades de inversión en la renta fija son cada vez más difíciles de encontrar, ha señalado García-Castaño, que propone encontrar alternativas a las estrategias tradicionales en el mercado deuda. Las diferentes vías para encontrar valor en bonos y fondos alternativos con una volatilidad similar señalan, en el mercado estadounidense de renta fija, a los bonos con tipos de interés variable y los bonos sintéticos indexados a tipos cortos (credit-linked notes o CLN).También recomiendan los bonos de mercados emergentes en divisa local, para inversores más dinámicos que aceptan mayor volatilidad (la rentabilidad a vencimiento es atractiva, en torno al 6,3%) y, los fondos flexibles que, al no tener limitaciones respecto a un índice de referencia, desde BNP Paribas consideran que deberían comportarse mejor que los tradicionales.
De los fondos alternativos señalan las oportunidades que ofrecen, especialmente las estrategias `Long/short Equity¿ y Macro, que podrían ofrecer rentabilidades atractivas a la vez que reducen el impacto en la cartera de una posible subida de tipos. En este sentido, García-Castaño ha explicado que no esperan para este año grandes subidas de tipos. Sí apunta a una mayor actividad en el mercado de M&A (fusiones y adquisiciones), ¿al encontrarnos en las últimas fases del ciclo económico que tienden a favorecer el crecimiento externo de las empresas impulsando la competitividad¿. Como es el caso de EEUU, animado por las nuevas medidas fiscales (reducción de impuestos e incentivos a la repatriación de los beneficios generados en el extranjero).
El momento de las acciones value (acciones baratas) o de valor ha llegado, ha comentado García-Castaño, que ha explicado que el estilo de inversión ¿value¿ se verá favorecido en un contexto de crecimiento sostenido, intensificación de la presión inflacionista y el aumento de la rentabilidad de los bonos. Todo ello contribuirá a que las acciones value registren una rentabilidad superior a la media. Si bien las perspectivas de inflación son muy bajas, existe el riesgo de que se produzca una subida en esta fase del ciclo, especialmente en EEUU. Desde BNP Paribas recomiendan protegerse de un posible repunte, mayor de lo esperado, de las tasas de inflación. ¿La exposición directa a los activos reales (metales preciosos, inversiones inmobiliarias, explotaciones agrícolas o viñedos) permite estabilizar la rentabilidad a largo plazo y reforzar la protección de la cartera frente a la inflación¿.