La divisa común llegó a alcanzar el jueves por la tarde un máximo de tres años frente al dólar, superando los 1,25 dólares, un movimiento que habitualmente daña en bolsa a los valores exportadores europeos y que vino motivado por los comentarios del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, tras mantener intactos los tipos de interés y el programa de compras de activos en la zona euro.
Draghi dijo que la fortaleza del euro es motivo de incertidumbre, aunque no el objetivo del banco central, y criticó a Estados Unidos por romper un acuerdo para no alterar los tipos de cambio.
En este contexto, el Ibex-35 cerró con un avance del 0,31 por ciento a 10.595,3 puntos, mientras el paneuropeo Eurofirst 300 cerró con un descenso del 0,64 por ciento.
El sector bancario, que tiende a beneficiarse de unas mayores expectativas de endurecimiento de la política monetaria, y tiene un fuerte peso en la bolsa española, fue el mejor en España y permitió que el parqué madrileño esquivase las caídas de otros mercados europeos.
Bankinter fue el valor puntero con un avance superior al 5 por ciento tras presentar unas cuentas mejores de lo esperado en 2017 y vaticinar otros resultados récord este año.
Los grandes bancos, Santander y BBVA, sumaron ambos en torno al 1,6 por ciento, al igual que otros bancos medianos como Sabadell o Bankia, mientras en el caso de Caixabank las alzas alcanzaron casi el 3 por ciento.
El gestor aeroportuario Aena subió un 0,5 por ciento tras mejorar Deutsche Bank su recomendación de "vender" a "mantener".
Las abultadas alzas de los bancos compensaron la debilidad de otros valores industriales de alta ponderación, como Inditex y Telefónica, que cerraron con leves descensos del 0,13 y el 0,16 por ciento.
Las acciones de otros grandes valores como Repsol o Iberdrola cedieron un 0,6 y un 0,4 por ciento, respectivamente.
A la baja destacó Siemens Gamesa, cuyas acciones descendieron un 3,5 por ciento, o la cadena de supermercados DIA, con una caída del 1,6 por ciento tras el reciente repunte con motivo de varios movimientos en su accionariado.
Gas Natural también ocupó posiciones de descenso, un 1,8 por ciento, en medio de rumores de que su presidente, Isidro Fainé, estaría dispuesto a ceder la presidencia en una hipotética fusión con la portuguesa EDP.
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