La compañía resultante se constituye bajo el nombre de Sistema de tarjetas y medios de pago, SA, si bien su denominación comercial se definirá próximamente, según han informado las compañías en un comunicado.

La operación contempla una serie de compromisos propuestos por los operadores a los que la CNMC ha dado su visto su bueno y que tendrán una vigencia de cinco años, aunque este periodo podría prorrogarse por tres años más.

Estos compromisos implican, entre otros aspectos, garantizar el acceso de los proveedores de servicios de pago al sistema doméstico unificado y su actuación objetiva e imparcial, así como que las cuotas de acceso de nuevos miembros estén en línea con la media de la Unión Europea, no pudiendo ser "disuasorias". En el caso en que se deniegue el acceso al sistema, la CNMC realizará un arbitraje de cumplimiento obligatorio.

Las tarifas que aplique la nueva compañía tienen que estar orientadas a costes y su aplicación no puede establecer discriminación alguna entre las entidades miembros, sean o no accionistas de la sociedad. Los miembros del sistema, además, no tendrán obligación de exclusividad y podrán adscribir determinadas tarjetas a otros sistemas.

Las tarjetas que sean emitidas con la nueva aplicación de pagos deberán incluir también las aplicaciones de pago internacionales, como Visa o Mastercard. En este sentido, los comercios tendrán plena libertad para determinar en cada momento la aplicación de pago que prefieren usar por defecto, de cara a minimizar las tasas de descuento que deben pagar por aceptar pagos con tarjeta. En todo caso, los usuarios finales también podrán elegir la aplicación que desean usar.

LA CNMC VIGILARÁ DURANTE CINCO AÑOS

Además, la nueva compañía deberá trasladar al mercado las eficiencias obtenidas, según figura en sus compromisos, que están destinados a "garantizar que haya mayor competencia en las aplicaciones de pago con tarjeta en España en beneficio de las entidades financieras, comercios y usuarios finales", señala en un comunicado la CNMC, que vigilará durante, al menos, cinco años el cumplimiento de estas condiciones.

El 'superregulador' explica que esta operación hará desaparecer una de las "peculiaridades" del sector de pagos con tarjeta español respecto a los países de la Unión Europea, en los que lo más habitual es que exista un único sistema de pagos con tarjeta doméstico, con una aplicación de pago propia, en el que se integran todas las entidades financieras que intermedian pagos con tarjeta.

Los tres servicios de pago suman 78,5 millones de tarjetas, con un volumen asociado anual de 5.197 millones de operaciones y 307.818 millones de euros. Esta fusión supondrá que los 50.193 cajeros automáticos en funcionamiento actualmente en España operarán bajo la misma red interbancaria.

En la compañía resultante de esta operación --en la que han participado como asesores KPMG y, en materia de competencia, el despacho Uría Menéndez--, Santander, Caixabank y BBVA ostentarán una participación del 18% cada una, mientras que la cuota de Bankia y Sabadell en la nueva plataforma será del 9,8% y del 9,4%, respectivamente. Así, "ningún accionista va a controlar el sistema de pagos resultante", como recuerda la CNMC.

Las juntas de accionistas de las tres empresas aprobaron el pasado noviembre la fusión. Servired dio su visto bueno a la escisión de la compañía en dos sociedades, una que engloba su sistema operativo de chips, conocido como Advantis, y otra que integra el servicio de medios de pago y que es la que finalmente se fusionará con 4B y Euro6000.

Por el momento, entidades como BBVA, Bankinter, Bankia, Caixabank o Sabadell utilizan la red de Servired; Santander y Popular hacen lo propio con la de 4B, mientras que Ibercaja, BMN o Liberbank emplean la de Euro 6000.

TECNOLOGÍA PROPIA

Esta unión dará lugar a un esquema unificado más competitivo y con tecnología propia, dado que la empresa contará con sus propias soluciones técnicas y productos de pago. Así, los tres operadores podrán emitir y aceptar pagos bajo la nueva marca y diseñar, desarrollar y ofrecer nuevos servicios a titulares de tarjetas, comercios y entidades financieras.

El nuevo sistema lanzará una aplicación de pago doméstica propia que podrá competir en igualdad de condiciones con las de Visa y Mastercard. Esta circunstancia aumentará la libertad de elección de las entidades financieras, los comercios y los usuarios finales en relación con los pagos con tarjeta, apunta la CNMC.

El presidente de la nueva compañía, Rafael Martín-Peña, ha apuntado que con la unificación de estos tres sistemas domésticos de medios de pago "se incrementará la oferta de instrumentos de pago en España en beneficio del mercado".

Por su parte, el director general de la nueva entidad, Juan Carlos Martín Guirado, ha señalado que esta fusión "contribuirá a la digitalización de los medios de pago, lo que mejorará la experiencia de compra, aumentará los servicios y la calidad, a la vez que el cliente dispondrá de más información y un mayor control y seguridad sobre sus instrumentos de pago".