El mérito, viendo la evolución de la cotización de los bonos español y alemán a diez años, parece estar más en el tejado germano. La deuda alemana, para esta referencia, se ha duplicado en poco más de un mes al pasar del 0,308 el 18 de diciembre de 2017 al 0,745% de hoy. El bono alemán cerró 2017 con una rentabilidad el 0,427%.
¿Qué ha hecho el bono español en este mismo periodo? El 18 de diciembre del pasado del año pasado cotizaba al 1,434%, al 1,57% cerró 2017, y hoy se encuentra en el 1,44%.
Ante este comportamiento de uno y otro, lo cierto es que los inversores están vendiendo bonos alemanes.
Precisamente, el 29 de enero, el bono alemán a cinco años pasaba a cotizar en positivo. Desde 2015, esta referencia había cotizado en negativo.
La caída del precio de la deuda alemana, ante estas ventas, tiene, según los expertos, varias explicaciones.
Por un lado, la ausencia de Gobierno en Alemania, transcurridos ya cuatro meses desde que se celebrarán las elecciones federales, está provocando cierto recelo entre los inversores. Es una muestra de debilidad de la canciller, cuyo largo paso ya por el gobierno le hace perder dosis de persuasión en un momento en que la UE debiera mostrar una fuerte unión. Las negociaciones con Reino Unido, para zanjar el brexit, todavía no están resueltas.
Por otro lado, el castigo al bono a cinco años alemán se produjo tras las declaraciones de portavoces del BCE, advirtiendo de un cambio en la hoja de ruta (forward guidance).
La entidad, en su última reunión, mantuvo el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana en el 0%, y también la posibilidad de prolongar los estímulos monetarios en la zona euro, después de septiembre para impulsar la inflación, que no sube pese al fuerte crecimiento.