Por Maite Nieva
Félix López es socio director de Atl Capital Gestion desde mayo de 2012. En 2003 se incorporó a Atlas Capital, gestora que cambió su nombre por el actual tras un cambio de enfoque de estrategia y de socios. Licenciado en Económicas y Administración de Empresas por la Universidad Pontifica de Comillas y con más de 20 años de experiencia en el sector, ha sido codirector de Grandes Clientes en Morgan Stanley, así como Financial Advisor Manager en AB Asesores. Es profesor habitual en el Centro de Estudios Financieros y ha impartido seminarios en el IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa sobre inversiones financieras.
¿ ¿Cómo afronta los mercados en 2018?
¿ Nuestra estrategia es muy similar a la que teníamos en 2017. Es un posicionamiento pro activos de riesgo porque son los únicos que pagan. En la casuística que tenemos actualmente en los mercados los activos sin riesgo, no solo no pagan sino, incluso, cuestan dinero. Y para obtener alguna rentabilidad tenemos que asumir algo de riesgo. Y eso, con independencia de los vaivenes de los mercados de corto plazo, es lo que está vigente en los mercados desde 2011-2012.
¿ ¿En qué activos ven más potencial?
¿ Sinceramente, si hacemos la distinción entre renta fija y renta variable desde el punto de vista histórico, donde vemos valor en términos generales es en renta variable.
La renta fija cada vez ofrece menos valor desde un punto de vista genérico. En primer lugar, porque los tipos siguen estando muy bajos en términos nominales y, en segundo lugar, porque los diferenciales de crédito están en mínimos. Cualquier evento que ocurra, ya sea una desaceleración económica o una subida más rápida de los tipos de interés, va a incidir de manera clara en los activos de renta fija.
Estamos infraponderados en bonos soberanos con la máxima calificación crediticia investment grade y tenemos alguna posición en mercado high yield y en mercado emergentes, pero por debajo de lo que serían sus índices de referencia en nuestras carteras. Actualmente sobreponderamos la liquidez. No paga, pero si suben los tipos, es con lo único que sabemos con seguridad, que no vamos a perder.
¿ ¿Cree que se va a perder dinero en renta fija en 2018?
¿ Es la pregunta del millón. Mirar al espejo retrovisor de la renta fija es el peor predictor de la rentabilidad futura. Si el escenario macro evoluciona favorablemente y hay un crecimiento sincronizado, no hay ningún evento político traumático o no se produce una vuelta a la recesión, es muy probable que tengamos un año malo para todo lo que tenga que ver deuda soberana en Europa y EE.UU. El mes de enero es el fiel reflejo de lo que puede ser 2018.
En los mercados de crédito podemos tener rentabilidades positivas, pero van a estar entre el cero y el 4% como máximo.
¿ ¿El riesgo de burbuja sigue vigente en el mercado de bonos?
¿ Sí, aunque en mi opinión el estallido de la burbuja de renta fija no es como el estallido de la renta variable. No veo posible que se produzcan caídas del 40% y del 50%, que es a lo que estamos acostumbrados cuando oímos la palabra burbuja. Podemos encontrarnos que los tipos de interés suban y se produzcan pérdidas entre un 5% y un 10% máximo que, para un inversor de renta fija es un drama. Eso sería, para mí, el estallido de la burbuja. Es complicado que se dé porque el excesivo nivel de endeudamiento del sistema impide, en mi opinión, que los tipos de interés suban muy rápido.
Nos adentramos en un escenario de rentabilidad muy comprimida en renta fija que va a durar años. El punto de partida es muy bajo. Si el bono alemán ha empezado en año en el 0,40%, eso significa que en los próximos diez años, en términos anuales, van a subir en esa proporción, asumiendo que no haya un default de Alemania, que prácticamente asumo.
¿ ¿En este escenario dónde se puede encontrar valor?
¿ La renta variable sigue siendo el único activo que ofrece valor en la situación macro actual. Y lo ofrece por dos motivos: primero porque las valoraciones no están muy caras. Tampoco están baratas, no hay ningún mercado barato, pero teniendo en cuenta la valoración actual con PER en torno a 14-15 veces y las perspectivas de crecimiento de beneficios entre 10 y 12 veces, si realmente se cumplen, es un escenario donde podemos tener unos retornos entre el 8% y el 12%.
Al ser un crecimiento sincronizado, en teoría, las perspectivas deberían ser a nivel global. Pero aquí, el mercado americano tiene una posición de partida con valoraciones mucho más caras. Y el PER, en torno a 18-19 veces, nos da que el daño es mayor si se produce algún evento negativo.
En Estados Unidos este año tenemos el cambio fiscal que va a propiciar un incremento de los beneficios empresariales. El mercado está descontando que los beneficios empresariales suben este año entre el 12 y el 15%; en Europa el 12%; en emergentes entre el 10 y el 15%. Por eso ese arranque de las Bolsas tan fulgurante.
¿ ¿Qué mercados tienen más peso en sus carteras?
¿ Estamos más en Europa y emergentes por valoración, pero en EEUU hay que estar porque ofrece oportunidades en determinados sectores como los tecnológicos que no hay que descartar. Todo dentro de una normalidad. Nuestras carteras están muy diversificadas.
Nuestro escenario es neutral. En los mercados nos movemos en rangos de 8-12 por ciento que es el incremento que va a haber en el beneficio por acción. Si suben este año más de un 20% sería un exceso, desde nuestro punto de vista.
Si se produce un cambio a la baja en las previsiones de crecimiento, las Bolsas sufrirán en el corto plazo pero sería un buen momento de compra si se queda en eso. Por el contrario, seríamos más cautos si se produjera una fuerte subida de las Bolsas en los primeros trimestres porque esas subidas no reflejarían los fundamentales de las compañías, sino unas expectativas extraordinariamente positivas de los inversores, que no tienen nada que ver con la realidad.
¿ ¿Cuál es el motivo de que tenga tan presente la posibilidad de una vuelta atrás en el crecimiento económico y en los mercados?
¿ El motivo es que hay un consenso tan generalizado de que la economía va a crecer en todo el mundo que esas fuerzas son dramáticas y tienen mucho impacto en los mercados en el corto plazo, porque está todo el mundo posicionado en el mismo lado. Pero creo que hay pocas probabilidades de que ocurra.
¿ ¿Cómo afectará la subida de tipos a dos velocidades entre EEUU y Europa y la guerra de divisas?
¿ En Estados Unidos los tipos van a subir y se van a ir al 2,25% a finales de este año. Eso en teoría debería ser positivo para el dólar, pero las fuerzas que afectan a la divisa son extraordinariamente difíciles de prever. Actualmente no tiene sentido que el euro se hay apreciado un 20%, en poco más de un año cuando vemos que el movimiento del diferencial de tipos entre Estados Unidos y Europa está diciendo que el euro dólar debería estar en el 1,05. Yo creo que va a ser un año más volátil en el mercado de divisas. Podríamos ver cotizaciones a niveles de 1,26-1,28 en la parte alta del rango del euro/dólar y en algún momento a niveles de 1,15- 1,16.
¿ ¿Cuál es el escenario previsto para la Bolsa española?
¿ España puede dar una sorpresa en Bolsa este año. La clave del Ibex será el sector bancario. En un proceso de recuperación los bancos nacionales Bankinter, Liberbank y Bankia deberían hacerlo bien y registrar crecimiento en distintas áreas de negocio. A Santander y BBVA, les afecta mucho más el entorno internacional, en particular lo que ocurra en México o en Brasil.
No tenemos una cartera modelo. Gestionamos fondos y carteras con más de 30 valores. Ponderamos Santander y compañías ligadas al ciclo como Talgo y Gestamp donde esperamos sorpresas positivas.
¿ ¿Es una buena idea invertir en el sector inmobiliario y en constructoras españolas?
¿ Estamos entrando en un nuevo ciclo del sector inmobiliario y constructor y ahora estas compañías están de moda. No podemos descartar que puedan cometer de nuevo los errores del pasado, pero las valoraciones ahora no son exageradas y, por tanto, tienen aún recorrido.
Como activo generalista probablemente pueda tener un buen comportamiento. Es cierto que empieza a haber algunos subsectores dentro del mercado inmobiliario, como el mercado de oficinas en zona prime en Madrid, donde ya se alcanzan valoraciones muy exigentes. Y con ese tipo de activos seríamos más cuidadosos.
Las constructoras de antes de la crisis no tienen nada que ver con las empresas que actuales. El puro y duro concepto constructor de lo que era hace 15 años, ya no existe en ningún caso entre las grandes. Y la cartera de pedidos de las que han sufrido más la crisis está fuera de España. Actualmente OHL, Sacyr y FCC serían las más constructoras.