James Bateman, director de inversiones multiactivo en Fidelity, considera que la corrección de los últimos días, especialmente las fuertes caídas del lunes en EEUU, son en realidad la mayor muestra de salud real en los mercados en mucho tiempo. ¿La escalada propiciada por los valores tecnológicos había perdido el contacto con la realidad en sus valoraciones, las perspectivas de que la inflación se mantuviera para siempre en niveles bajos no podían durar y tenemos en la Fed un presidente nuevo que todavía no se ha puesto a prueba. Sería más preocupante si los mercados no reaccionaran ante todo esto¿, asegura el experto.
Recuerdan desde la firma que aún es pronto para hablar de un `bull market¿, explicando que el parqué estadounidense acumula todavía una subida en torno al 50% desde comienzos de 2016. Aún así, el regreso de la volatilidad ha puesto nerviosos a unos inversores que tenían olvidado desde hace tiempo este concepto. Matt Siddle, gestor de fondos de renta variable europea de Fidelity, atribuye la corrección, como la mayoría de casas de análisis, al aumento de las expectativas de inflación, que hacen esperar una política más agresiva de la Fed que pueda dañar el crecimiento. El experto señala que ¿estos movimientos sirven para recordar que estamos en la parte final del ciclo y que probablemente veamos un aumento de la volatilidad a medida que se vayan normalizando los tipos de interés¿.
A su juicio, este repunte de la volatilidad se debe a varios factores que se han juntado provocando una mezcla casi explosiva. Por un lado, la recogida de beneficios ante unas valoraciones ya algo excesivas. Algo que solo presiona aún más ¿las ventas forzadas de las estrategias objetivo de volatilidad¿.
Siddle explica desde la gestora que, en un entorno de volatilidad casi nula en el mercado, este tipo de estrategias ha aumentado su exposición a activos más volátiles como la renta variable, ¿y también han incrementado el apalancamiento hasta niveles claramente superiores a las medias históricas¿. Según indica, ¿este pico de volatilidad ha obligado a estas estrategias a reducir simultáneamente la exposición a renta variable y el apalancamiento general para no salirse de sus presupuestos de riesgo¿. Es decir, se juntó el hambre con las ganas de comer.
Si esta última teoría de la corrección es real, desde Fidelity consideran que la ola de ventas durará poco. Si va más allá, ¿todo dependerá de las ganas que tengan los inversores con dinero aparcado de comprar con las caídas¿, que a juicio de la firma pueden suponer una oportunidad de compra ante la mejora macro global y los buenos resultados empresariales.