En concreto, de seguir a este ritmo España podría convertirse en 2021 en el tercer país exportador de la Unión Europea (UE) en el sector, por encima de Francia, según ha explicado el responsable del programa conjunto de Fundación Lafer y Esade 'Estrategia de internacionalización en el sector agroalimentario', Jaime Palafox.

"El sector agroalimentario español sigue tirando fuertemente de las exportaciones de la economía española", ha reiterado Palafox, sobre el buen momento del sector, del que ha señalado que la balanza comercial arroja "un saldo positivo de 11.368 millones de euros, al contabilizarse unas importaciones por valor de 35.868 millones de euros".

Por sectores, el aceite de oliva es, por primera vez, el producto español más exportado. Con una tasa de crecimiento anual del 18% y un total de 3.727 millones de euros, este producto se sitúa por encima de la carne de porcino, con 3.585 millones de euros, que tuvo un incremento del 15%.

En tercer lugar, de los alimentos que más demandan los mercados internacionales se sitúan los cítricos, con 3.167 millones de euros, tras un descenso del 2%. Otros productos que crecen de manera relevante son el pescado congelado y conservas de pescado con aumentos de 18% y 15%, respectivamente.

Respecto a los mercados de destino, el principal sigue siendo el compuesto por los Estados miembros de la UE, entre los que figuran Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido, mientras que destaca la buena evolución en otros mercados como Marruecos, Japón, México y Corea del Sur.

Palafox ha advertido de que pese a las buenas cifras globales de la exportación los precios medios de los alimentos españoles "son muy inferiores" a los de los competidores", por lo que existe un "importante margen de mejora".

"El vino es un caso fundamental por su carácter emblemático y su influencia en términos de imagen y, sin embargo, el precio medio de 1,2 euros del vino español se contrapone a los 5,7 euros del vino francés, o a los 2,7 euros del italiano", ha explicado.

CINCO JOTAS Y SU APUESTA POR LA DIGITALIZACIÓN

Por su parte, el director internacional de Cinco Jotas-Grupo Osborne, René Lemée, ha destacado los retos que conlleva la digitalización en el comercio exterior, ya que muchas veces conlleva "interferencias y mensajes equivocados" que se tienen que controlar.

"Hacemos énfasis en la distribución propia, a través de nuestras tiendas físicas y asociaciones con algunos distribuidores muy selectos como Galerías Lafayette, Harrods o Palacio del Hierro, con productos de lujo, que sirven como puntos de referencia en el mercado", ha indicado.

"La tienda física convive con la 'online'. En cada país debemos tener un enfoque distinto en cuanto al comercio digital. Por ejemplo, en China, el 50% de nuestras ventas son a través de Internet y las redes sociales", ha desvelado.

Por su parte, la socia-fundadora de Canena Olive Juice, Rosa Vañó, ha señalado la importancia de generar valor diferencial en los productos, ya que considera que "crea preferencia de compra sostenida en el tiempo".

"Existe un gran valor aspiracional en la gastronomía española dentro el panorama actual de la cocina internacional. Nos interesa aprovechar la universalidad de los valores asociados a nuestro producto, y no restringirnos únicamente al ámbito español", ha reconocido.