Algunos parlamentarios de la UE se han mostrado contrarios a su designación, ratificada la víspera por los ministros de Finanzas de la eurozona, ante el temor de que el nombramiento de un político pueda afectar a la independencia del banco central.
Pero el historial de De Guindos en el gobierno y el sector financiero sugiere que tiene ciertos argumentos para rechazar estas preocupaciones.
Este mostró temple en la tensa arena política sacando adelante presupuestos austeros y reformas laborales muy impopulares durante la recesión económica que sacudió a España tras la crisis financiera mundial.
En ese periplo, fomentó una estrecha relación con el ex ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Al igual que los compatriotas de Schäuble en el consejo de gobierno del BCE, De Guindos es considerado como partidario de una normalización temprana de la política monetaria del organismo, en un momento en el que el debate se centra en el momento y la rapidez del repliegue de unas medidas de estímulo ultra-laxas.
Aunque carece de experiencia en banca central, el español de 58 años puede hacer gala de una dilatada experiencia en el sector financiero, tras haber sido responsable de servicios financieros de PricewaterhouseCoopers en Madrid y, con anterioridad, de Nomura Securities y Lehman Brothers en la Península Ibérica. De Guindos ha sido ministro de Economía en España desde que el Partido Popular de Mariano Rajoy ganase las elecciones de 2011, incluso a pesar de no haber ido nunca en una lista electoral. En su intervención ante el Parlamento Europeo la semana pasada, De Guindos dijo que haber formado parte de un gobierno o tener cierta adscripción política "no supone menoscabar la independencia de las autoridades monetarias".
GESTIÓN DE LA CRISIS
Una foto de De Guindos en 2012 en la que el entonces presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, le echaba en broma las manos al cuello, muestra el estrés que España estaba sufriendo en el momento álgido de la crisis de la zona euro, cuando el país parecía el próximo candidato a ser rescatado por sus socios europeos. De Guindos supervisó la renuncia de su compatriota Rodrigo Rato, ex ministro de Economía y ex director gerente del FMI, a la presidencia de la endeudada Bankia.La entidad nacionalizada, que estuvo en el epicentro del rescate de 41.300 millones de euros al sector bancario español en 2012, se ha restablecido desde entonces y está reduciendo gradualmente la participación pública.
Con De Guindos en la cartera de Economía, las autoridades europeas orquestaron también el rescate de la que fuera sexta entidad bancaria española, el Banco Popular, a principios de junio de 2017.
Esta ha sido la primera liquidación de un banco de la zona euro desde que vez el BCE se convirtiese en el supervisor único de los 120 principales bancos del bloque en noviembre de 2014.
En un momento en que el BCE está trabajando en nuevas medidas dirigidas a solucionar los préstamos tóxicos de los bancos, De Guindos también puede sacar pecho de haber ayudado al sector financiero español a reducir la tasa de morosidad a menos del 8 por ciento.
Amén de sus credenciales profesionales, la candidatura de De Guindos a la vicepresidencia del BCE también ha podido encontrar apoyos en el hecho de que la cuarta economía del euro lleva sin representantes en la institución que preside Mario Draghi desde la marcha de José Manuel González-Páramo en 2012. Padre de dos hijos y abuelo, De Guindos tiene profundas convicciones religiosas, es un ávido lector, le gustan mucho el cine y las series de televisión, especialmente las de suspense, y juega al tenis varias veces por semana.
En el fútbol, De Guindos es un fiel seguidor del Atleti, el eterno "pupas" de la capital española que en 2010 terminó con más de una década de sequía de títulos relevantes con su victoria en la Europa League, un cetro que conseguiría de nuevo dos años después.