El dato español, aún provisional, es inferior al 17,1 % anotado un año antes, cuando también se ubicó por debajo del promedio de los Veintiocho.
La protección social, que incluye pensiones, costes por enfermedad o prestaciones de desempleo, fue la partida de gastos más importante de las administraciones públicas en todos los Estados miembros durante 2016, pues representó casi una quinta parte del PIB (19,1 %) y más del 40 % del desembolso total.
Por países, el porcentaje de gasto en protección social con respecto al PIB osciló entre el 9,9 % en Irlanda hasta el 25,6 % en Finlandia.
Además de Finlandia, Francia, Dinamarca, Austria, Italia, Grecia, Suecia y Bélgica destinaron al menos el 20 % de su PIB a esa partida, mientras que Irlanda, Lituania, Rumanía, Letonia, Malta, la República Checa y Bulgaria dedicaron menos del 13 %.
Dentro de la protección social, el dinero dedicado a las personas mayores en cuestiones como las pensiones constituyó el mayor desembolso en todos los socios comunitarios y, en particular, en Grecia (16 % del PIB), Finlandia (13,7 %), Francia e Italia (13,5 %) y Austria (13 %).
Por el contrario, en Irlanda (3,5 %), Lituania (5,9 %), Chipre (6,2 %) y Holanda (6,7 %) se detectaron los menores datos.
Si la media de los Veintiocho en ese apartado se situó en el 10,2 % del PIB durante 2016, en España llegó al 9,2 %.
Tras la protección social, se situaron en el conjunto de la UE la sanidad (7,1 %), los servicios públicos generales como los asuntos exteriores y las transacciones de deuda pública (6 %), la educación (4,7 %) y las cuestiones económicas (4 %).
El orden público y la seguridad (1,7 %), la defensa (1,3 %), la recreación, cultura y religión (1 %), la protección del medio ambiente (0,7 %) y la vivienda y servicios comunitarios (0,6 %) tuvieron un peso más limitado, indicó Eurostat.
Entre los Estados miembros, Dinamarca (8,6 %) y Francia (8,1 %) registraron el mayor porcentaje del PIB dirigido a la sanidad y Dinamarca y Suecia (6,9 %), Bélgica (6,4 %) y Finlandia (6,1 %) hicieron lo propio en el ámbito educativo.
España se situó, una vez más, por debajo de la media comunitaria tanto en sanidad (6 %) como en educación (4 %).
En el gasto de asuntos económicos, Hungría (7,1 %) y Bélgica (6,5 %) ocuparon las primeras posiciones, pero en los servicios públicos generales Grecia (9,2 %) se colocó en la vanguardia.
Por lo que a la defensa se refiere, Estonia (2,4 %), Grecia (2,1 %) y el Reino Unido (2 %) se posicionaron en cabeza, en contraste con España, que dedicó un 1 %.
Bulgaria (2,4 %) destinó la mayor proporción de su PIB entre los países de la UE al orden público y la seguridad; Grecia (1,6 %) y Holanda (1,4 %), a la protección del medio ambiente y tanto Hungría (3,3 %) como Estonia (2,1 %), a la recreación, cultura y religión.
Bulgaria (1,9 %) también fue líder en vivienda y servicios comunitarios.
El gasto total de las administraciones públicas supuso el 46,3 % del PIB en la UE y el 47,6 % en los diecinueve países que comparten la moneda única.
En España, fue del 42,2 %.