Enrique Riquelme
Presidente de Cox Energy
La solar fotovoltaica alcanzó niveles de 29 dólares MWh en la última subasta de electricidad llevada a cabo en Chile (noviembre de 2017), aunque en uno de los sub-bloques de energía solar hubo una oferta aún más baja: 21,48 dólares MWh. La fotovoltaica se adjudicó la práctica totalidad de la energía licitada. El resto como ciclos combinados, térmica, etc, no obtuvieron contratos. En última subasta habida en México, noviembre del pasado año, la fotovoltaica se adjudicó más del 55% de la energía a un precio medio algo superior a los 20 dólares MWh. A lo largo del último año, la tendencia de precios a la baja se ha mantenido en otras subastas como las de Dubai, Abu Dhabi o Arabia Saudí, entre otras.
Los precios de la fotovoltaica siguen a la baja y si se comparan con los registrados en las energías de fuentes convencionales (fósiles), la diferencia es importante y con tendencia a incrementarse.
Lazard, en un informe de noviembre de 2017 sobre análisis de los costes de la energía presenta a la fotovoltaica como la tecnología más barata, con precios medios cercanos a los 46 dólares MWh. Muy por debajo del Gas (68 dólares); la nuclear (112 dólares) o el ciclo combinado que puede alcanzar los 78 dólares MWh. Más interesante todavía resulta la comparativa con otras renovables: solar térmica (98 dólares), geotérmica (77 dólares) biomasa (55 dólares) o eólica (hasta 60 dólares). Estos costes de generación evidencian que la fotovoltaica se ha convertido en la fuente más barata de producción de energía que existe en el mundo. Un hecho que se consolidará en el futuro y con un gran valor añadido: es limpia e inagotable.
¿Qué aspectos explican la evolución en los precios de la fotovoltaica que parece no querer tocar suelo?. Son varios sin duda.
Entre ellos podemos destacar los continuos avances tecnológicos, con una creciente eficiencia en los módulos; los competitivos procesos de adquisición, así como la aparición de una gran base de experimentados desarrolladores de proyectos medianos y grandes que compiten por oportunidades en el mercado global, constituyen algunos de los factores que pueden justificar las continuas reducciones de costes, pero nos son los únicos.
Señalar que también las bajadas en los costes de la construcción, ingeniería y, en especial, el de los paneles solares, han tenido mucho que ver en el importante descenso observado en los últimos seis años en la solar fotovoltaica. Un escenario que ha incidido de manera significativa, junto al de unos tipos de interés que hasta el momento se sitúan en niveles bajos, a la continua reducción de los precios ofertados en las últimas subastas eléctricas internacionales para convertir a la fotovoltaica en la tecnología que necesita un menor coste para generar energía.
La fotovoltaica ha crecido más que cualquier otro subsector de energía limpia en los últimos años hasta alcanzar el 47 % de toda la nueva capacidad de generación renovable agregada en el mundo, seguida por la energía eólica en un 34 % y la energía hidroeléctrica en un 15,5 %. Y continuará en esa línea a tenor de las previsiones realizadas por diversas consultoras, asociaciones y organismos públicos y privados.
De hecho, el importe de generación de esta fuente energética se ha situado por debajo del precio mayorista en diversos momentos a lo largo del pasado año en algunos países europeos. Las previsiones ya no discuten si el coste de la fotovoltaica igualará o estará por debajo del precio de las energías fósiles o de la nuclear. La propia evolución del mercado habla por sí sola y muestra que, además de ser la más barata, será la fuente de generación de energía que más crezca en los próximos años, por encima, incluso, de otras renovables.
En la actualidad hay más de 400 GW de solar fotovoltaica instalados en el mundo y se espera, según todas las estimaciones, que durante 2018 la potencia aumente en unos 100 GW más. Una de las claves para el espectacular desarrollo de esta tecnología lo constituyen, sin duda, los poderes públicos. Un clima político proclive al desarrollo de energías renovables influye en que un mercado sea más atractivo para la inversión. Dentro de la Unión Europea, Alemania goza de un panorama regulatorio estable y planes de desarrollo continuo para las energías renovables. China, por su parte, otro de los países donde el impulso a la fotovoltaica ha sido espectacular en los últimos años, continúa atrayendo nuevas inversiones. El país instaló 52,83 GW de energía solar en 2017, superando su capacidad acumulada por encima de la marca de 130 GW.
Los nuevos mercados también desempeñan un papel muy importante en el despliegue de energías renovables a nivel mundial, sobre todo fotovoltaica: Chile y México, por ejemplo, constituyen un claro ejemplo que podríamos hacer extensivo a una buena parte de Latinoamérica. La consultora GTM Research señala en su informe sobre evolución de la fotovoltaica en América Latina que en 2018 el 6,2% de la demanda global de esta energía procederá de esta área geográfica. Un porcentaje muy por encima del registrado el año anterior que fue del 2,4%.
Cox Energy, compañía española de energías renovables, en concreto solar fotovoltaica, rentable y sin subvenciones, cuenta con cerca de 5.000 MWp de los cuales más de 2.000 están respaldados de manera mayoritaria por contratos de energía a largo plazo, tanto públicos como privados y están en operación o lo estarán entre 2018 y 2019. El resto se en diferentes fases de desarrollo y listos para acudir a nuevas licitaciones. Tenemos una importante presencia en Chile, donde la compañía ganó dos subastas (agosto de 2016 y noviembre de 2017) y en México, otro de los países clave en el desarrollo de la fotovoltaica en Latinoamérica y en el mundo, donde contamos con proyectos de generación y comercializamos electricidad.
El sector energético está sumido en un proceso que conlleva una importante transformación. Un profundo e imparable cambio influido por la decisión adoptada por un buen número de países de luchar contra el cambio climático y, a la par, por el continuo y progresivo desarrollo de las energías renovables. La reducción de costes en todas las tecnologías no tiene precedentes, sobre todo en la fotovoltaica, y es representativo del grado en que están modificando el sistema energético en el mundo. Un ejemplo lo constituye, como hemos comentado con anterioridad, que en las últimas subastas habidas en Chile (abierta a todas las tecnologías) y la reciente de México, han sido adjudicatarios en un porcentaje mayoritario aquellos proyectos que licitaban con energías renovables.
Los datos muestran la actual situación de la fotovoltaica como una fuente de generación energética en constante crecimiento y que por la continua reducción de costes se ha convertido en la tecnología con el precio más bajo y, en un plazo breve de tiempo, también en la más competitiva porque podrá suministrar durante 24h. El almacenamiento, la posibilidad de gestionar la energía generada, es ya una realidad.
Desde luego lo es en el aspecto técnico y avanza en progresión geométrica para también serlo en el económico, lo que permitirá a empresas como Cox Energy suministrar energía solar durante todas las horas del día. Este escenario convierte a la fotovoltaica en un claro objetivo para fondos de inversión y de pensiones que buscan rentabilidad a largo plazo en un sector de presente y con inmejorables perspectivas de futuro. Un sector que genera energía limpia y respetuosa con el medio ambiente, y que contribuye a un crecimiento económico sólido con creación de riqueza y empleo. Una energía que, como la fotovoltaica, impulsará y liderará la necesaria transformación hacia un mundo realmente sostenible.