Escolano se incorpora a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de los Diecinueve en una posición mejor que la que encontró su predecesor, Luis de Guindos, en 2012: España ha dejado de ser un país en crisis para aspirar a liderar al lado de Francia y Alemania las reformas para blindar al euro.

El titular español es buen conocedor de la problemática europea tras haber pasado los últimos cuatro años en el Banco Europeo de Inversiones y ya ha expresado su voluntad de dar prioridad a la integración europea, si bien tiene pendiente culminar la salida de España del procedimiento por déficit excesivo y atajar los altos niveles de deuda y paro.

El Eurogrupo preparará este lunes la cumbre del euro que se celebra el 22 de marzo, una cita a la que Francia y Alemania esperaban llegar con algunas propuestas conjuntas de reforma sobre las que trabajar para que el Consejo Europeo del próximo junio pudiese acordar medidas más concretas, algo en lo que también confiaba España.

Sin embargo, las expectativas de lograr avances este mes se han visto diluidas a falta de la constitución definitiva del Gobierno germano y ante la aparición de un frente de ocho países que recelan del empujón integrador que abandera Francia.

En diciembre los líderes acordaron dar prioridad a las medidas que generan mayor consenso -transformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad en un fondo monetario europeo y completar la unión bancaria- y dejar para más tarde asuntos controvertidos como al creación de una capacidad fiscal para responder conjuntamente a crisis en un solo país.

Holanda, Irlanda, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania abogan por priorizar la disciplina fiscal y la reducción de riesgos en el sector bancario a nivel nacional antes de hacer reformas de "gran calado" e implementar el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, al tiempo que proponen un mecanismo de reestructuración automática de la deuda de países en dificultades.

Fuentes diplomáticas de estos países explican que el objetivo primordial de esta posición conjunta, a la que estarían interesados en sumarse otros miembros, es defender su derecho a opinar en un debate que, dicen, no puede estar dominado sólo por los grandes estados.

La posición no es vinculante y tampoco sorprende en el seno del Eurogrupo, pero, unida a las reticencias del Grupo de Visegrado (Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia) vaticina que la idea de una profunda reforma de diseño franco-alemán respaldada por España e Italia -que también aguarda la formación de Gobierno- será desafiada por varios flancos.

En otro orden de cosas, los ministros abordarán el rescate griego, cuyo fin esta previsto para el 20 de agosto.

Esperan que la junta de gobernadores del MEDE -el fondo de rescate- dé luz verde definitiva al desembolso de 6.700 millones de euros tras comprobar que el país ha cumplido con los últimos requisitos pendientes en materia de privatizaciones y de subastas en línea dentro de la tercera revisión del programa.

La cuarta y última evaluación ya está en marcha y el Eurogrupo confía en cerrarla en mayo y poder autorizar el último pago en junio.

Mientras, ha comenzado el trabajo técnico para un mecanismo que vincule el pago de la deuda griega a su crecimiento tras el rescate. EFECOM

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