Este insólito golpe de efecto contra el incremento de operaciones en mercados opacos (dark pools) por parte de ciertos inversores institucionales tiene validez por seis meses y es una de las nuevas competencias que ESMA ha estrenado con la entrada en vigor hace solo dos meses de la directiva MiFID II. Es la misma norma que, por otra parte, potencia el uso de estas plataformas alternativas como medida para incentivar una mayor competitividad y mejor ejecución para el inversor final.

Sin embargo, el desplazamiento de volúmenes -desde operaciones transparentes en las Bolsas reguladas hacia plataformas donde únicamente se han de cumplir algunos preceptos de información- ha alcanzado en un 4% de las cotizadas europeas cotas que se consideran perjudiciales para el buen funcionamiento del sistema, por muy rentable que estuviera siendo en ejecución para intermediarios y clientes.

Las circunstancias por las que el organismo supervisor europeo ha decretado un alto son dos de las que se recogen en la regla comunitaria MiFIR. Una, que más de un 4% de los volúmenes mensuales de un valor hayan sido negociados en una única plataforma opaca en los últimos 12 meses. Dos, que se alcance más de un 8% en total entre todas ellas durante el mismo periodo de tiempo.

El peso desmedido de una única plataforma ha sido la causa de la suspensión de las exenciones de transparencia en 17 valores en enero y de 10 en febrero. La superación del umbral conjunto del 8% ha tenido lugar en 727 valores en enero y en 633 en febrero, según una nota oficial de la propia ESMA, que ha publicado de una vez los registros de estos dos meses. Trece compañías españolas se han visto afectadas por el segundo supuesto, según informó la CNMV el pasado viernes. Por su parte, el organismo ha adelantado que las cifras correspondientes a marzo se publicarán el próximo 9 de abril para procurar una mayor diligencia en el cuidado del buen funcionamiento de los mercados.

Los valores en los que se han detectado estas distorsiones tendrán que negociarse siempre publicando precios de oferta y demanda y profundidad de las posiciones. Quedan vetadas hasta el 12 de septiembre las órdenes a precios referenciados, que suelen usar como marca los precios de un mercado oficial, y las preacordadas. Se mantienen vigentes, por el momento, las exenciones de transparencia en operaciones de bloques y las de volumen oculto, en las que solo se muestra una parte del montante total de las acciones en juego.

Estas exigencias se aplican tanto a los mercados no oficiales, que tienen su grueso de negocio en estas operaciones, como a las Bolsas, que también dan cabida a un número creciente de opciones de negociación con criterios rebajados de transparencia. Sin embargo, aquí suponen un porcentaje residual de su actividad, que se focaliza en operaciones tradicionales y con todos los criterios de transparencia, accesibles para cualquier inversor y referencia para el resto de plataformas, índices y derivados.

El pasado mes de febrero, según datos manejados por Auriga, las compañías del Ibex 35 negociaron un 55% de sus acciones fuera de Bolsa española. De las componentes del índice más representativo del parqué madrileño, 31 movieron más de la mitad de sus volúmenes negociados fuera de él. Las plataformas opacas con más representatividad dentro de las grandes cotizadas españolas han sido CBOE BXE (26%), CBOE Off-Book (14%) y CBOE CXE (10%). Turqoise, la plataforma dependiente del grupo rector de la Bolsa de Londres, se ha hecho con un 4% del volumen.

Las cotizadas españolas afectadas son Abertis, Applus, Cellnex, Logista, Corporación Financiera Alba, Euskaltel, Fluidra, Hispania, Indra, NH, Parques Reunidos, Prosegur y Telepizza. Ninguna de ellas está entre las más negociadas del Ibex 35 fuera de la Bolsa española en términos absolutos: ArcelorMittal (96%), IAG (87%) y ACS (71%).