Los nuevos niveles de cobertura afectarán únicamente a los futuros préstamos fallidos y no a los ya se encuentran en los balances de los bancos. Así, en el caso de los préstamos fallidos con garantías, el Ejecutivo comunitario pide obligar a los bancos a provisionar al 35% estos activos un año después de que sean clasificados como tal y al 100% en un plazo de dos años.
El periodo se alargará hasta ocho años para aquellos con un riesgo menor, es decir, los que están respaldados por algún colateral, como una vivienda. En concreto, la Comisión Europea propone que la cobertura sea del 5% el primer año, del 10% el segundo año, del 17,5% el tercero, del 40% el quinto, del 55% el sexto, del 75% el séptimo y del 100% el octavo.
No obstante, esta enmienda al reglamento sobre requisitos prudenciales de las entidades de crédito es por ahora una propuesta de Bruselas que debe ser todavía negociada entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros antes de ser aprobada.
La medida forma parte de un paquete de iniciativas que ha presentado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Servicios Financieros, Valdis Dombrovskis, con el objetivo principal de reducir los riesgos a los que se enfrenta el sistema financiero comunitario.
Según un informe publicado por Bruselas también este miércoles, los bancos del bloque comunitario tienen en sus balances un total de 910.000 millones de euros en préstamos fallidos a pesar de la caída de un punto porcentual con respecto al total de préstamos registrada en el tercer trimestre de 2017.
Sin embargo, el ratio de préstamos dudosos varía en gran medida entre Estados miembros. El país con un mayor porcentaje de estos activos en los balances de las entidades financieras es Grecia, con un 46,7%. España cuenta con un nivel de estos activos tóxicos del 4,7%, mientras que en Italia, por ejemplo, se eleva hasta el 12,1%.
"Europa debe aprovechar el impulso y acelerar la reducción de los préstamos dudosos. Esto es esencial para reducir aún más los riesgos en el sector bancario europeo y reforzar su resistencia. Con menos préstamos dudosos en sus balances, los bancos podrán conceder más préstamos a los hogares y las empresas", ha destacado Dombrovskis.
Dentro de las medidas que ha presentado el letón se enceuntra también una directiva para acelerar la recuperación de las garantías sin tener que acudir a los tribunales en casos de impago. Esta iniciativa, no obstante, excluye los créditos al consumo e hipotecas, puesto que se limita a los préstamos concedidos a empresas.
Bruselas también aboga por impulsar el desarrollo de mercados secundarios para préstamos dudosos mediante la armonización de requisitos, la creación de un mercado único de servicios de crédito y la transferencia de préstamos bancarios a terceros en toda el bloque comunitario.
Por último, el Ejecutivo comunitario ha elaborado un modelo de 'banco malo' para aquellos países que pretendan crear una entidad de esta naturaleza para favorecer la salida de activos tóxicos de los balances de las entidades financieras.
Se trata de una serie de orientaciones no vinculantes sobre la creación, la gobernanza y las competencias de futuros 'bancos malos' nacionales que se inspiran en las entidades ya creadas en algunos socios comunitarios, como la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) en España.