De este modo, la segunda lectura del índice de precios de la eurozona se ha situado una décima por debajo del avance publicado por Eurostat el pasado 28 de febrero.
En febrero, la energía se ha encarecido un 2,1% interanual en febrero, una décima menos que el mes anterior, mientras los precios de los servicios subieron un 1,3%, frente al 1,2% de enero, mientras los alimentos frescos se abarataron un 0,9%, tras subir un 1,1% en enero.
De este modo, la tasa de inflación de la zona euro sin tener en cuenta la evolución de los precios de la energía se situó en febrero en el 1%, dos décimas menos que en enero, mientras que al excluir también el impacto de los alimentos frescos se mantuvo estable en el 1,2%.
Por su parte, la tasa de inflación interanual descontando el efecto de la energía, los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco se ha situado en el 1%, en línea con la subida de precios observada en enero.
En el conjunto de la Unión Europea (UE), la tasa de inflación interanual se situó en febrero en el 1,3%, tres décimas menos que en enero y siete décimas por debajo del incremento de precios registrado un año antes. Se trata de la menor subida desde diciembre de 2016.
DIFERENCIAL DESFAVORABLE A ESPAÑA
En el segundo mes de 2018, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de España situó su tasa interanual en el 1,2%, cinco décimas por encima de la registrada en enero, lo que supone un diferencial de precios desfavorable a España de una décima, algo que no sucedía desde noviembre de 2017.
Entre los países cuyos datos estaban disponibles, los precios únicamente bajaron en términos interanuales en Chipre (-0,4%), mientras las menores subidas correspondieron a Grecia (0,4%), Dinamarca e Italia (0,5% ambos), mientras los mayores incrementos correspondieron a Rumanía (3,8%), Estonia y Lituania (ambos 3,2%).
Las últimas previsiones del BCE, publicadas la semana pasada, contemplan una tasa de inflación para 2018 del 1,4%, en línea con las previsiones de diciembre, mientras que la entidad revisó una décima a la baja su proyección para 2019, hasta el 1,4%, manteniendo sin cambios el pronóstico de 2020, cuando los precios subirán un 1,7%.