Por Shu Zhang y Christian Shepherd
Por su parte, Liu Kun, dirigente de la oficina presupuestaria del parlamento, fue elegido como nuevo ministro de finanzas, para reemplazar a Xiao Jie. Liu había ocupado el cargo de viceministro de finanzas.
La promoción de Liu señala la intención de Pekín de seguir adelante con la campaña contra la financiación de alto riesgo y la acumulación rápida de deuda, a fin de reducir los riesgos sistémicos en la segunda economía más grande del mundo. Su nombramiento se produce en un momento en el que Estados Unidos está presionando a China para que reduzca su superávit comercial en 100.000 millones de dólares.
Liu, un confidente de Xi, tiene una profunda comprensión de los problemas económicos del país y es una estrella emergente en la política china.
Se cree que Liu es el cerebro de las reformas del lado de la oferta de Xi, que buscan recortar el exceso de capacidad de las fábricas y alejar a la economía de las industrias de bajo valor.
En octubre pasado, Liu, de 66 años, fue elegido miembro del Politburó de 25 miembros, el segundo nivel más alto en la estructura de poder político de Pekín después del Comité Permanente del Politburó, de siete miembros.
Liu, que habla inglés con fluidez, obtuvo una maestría en administración pública en la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard en 1995.
Pekín fusionará sus reguladores bancarios y de seguros para administrar mejor su batalla contra los riesgos financieros, otorgará nuevos poderes a los organismos de formulación de políticas como el banco central, y creará nuevos ministerios a medida que Xi comience su segundo mandato de cinco años como presidente.
Yi Gang, de 60 años y educado en Estados Unidos, ha sido vicegobernador del banco central desde el 2008 y era un protegido del jefe saliente del BPC, Zhou Xiaochuan. Su papel se considera determinante para la dirección de la política monetaria y cambiaria del país, incluida la histórica devaluación del yuan en el 2015.
El nombramiento de Yi sería una señal de continuidad en la política monetaria del país, en un momento que el banco central chino está adquiriendo nuevas competencias regulatorias.